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Edición 309
Escrito por Abraham García Ibarra   
Miércoles, 18 de Septiembre de 2013 07:42


Cada gota de petróleo:

Una gota de sangre


VÍSPERA DE LA GUERRA DE YOM KIPPUR, hace 40 años -agosto de 1973- Estados árabes,  integrantes de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) invocaron por primera vez como consigna el arma del petróleo con sentido bélico, que se tradujo en alza de precios (17 por ciento de inmediato) y embargo del suministro a “países no amigos”; acciones que colapsaron las economías occidentales. Frente al devastador remesón, Richard Nixon promulgó la Ley de Energía Nacional y poco después Kissinger propuso la declaración de independencia energética de EU. Washington volvió los ojos hacia AL, particularmente sobre Venezuela y México. Para 1977, la Casa Blanca creó el Departamento de Energía, uno de cuyos propósitos fue detectar las reservas petroleras en el mundo. Hasta el sexenio de Luis Echeverría, México procuró mantener sus reservas a salvo del  espionaje extranjero. Con el espejismo petrolero, José López  Portillo blasonó de tales reservas. Para la siguiente década, según obra en investigaciones, la Agencia de Energía (USA) ya estaba mejor informada que Pemex de la cuantía de nuestras reservas probadas y probables. Hacia finales del sexenio de Ernesto Zedillo, por encargo del Banco Interamericano de Desarrollo, desde la Secretaría de Hacienda se auspició el estudio El sur también existe para impulsar el cambio de régimen de tenencia comunal de la tierra -de naturaleza indígena- y del sistema ejidal, poniendo el ojo en los recursos naturales de la región, principalmente el petróleo y el agua. Ahora se sabe que, desde 2010, el gobierno de Felipe Calderón empezó a recibir fondos del insospechable Banco Mundial (de entrada 33 millones de dólares,) bajo la careta del mecanismo conocido como Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada (REDD). Lo que hay que decir, es que están en la mira 138 millones de hectáreas, 70 por ciento del territorio nacional. También, que México tiene 174 áreas naturales “protegidas”; sólo en cuanto a bosques, 58 por ciento es propiedad de indígenas y campesinos. Para REDD, los estados pilotos son, entre otros, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, “Casualmente”, entidades inscritas en El sur… y posteriormente en el colonizador Plan Puebla Panamá (PPP).         



Petróleo: No es la joya; 

es la Corona completa

 

¿Quién se robó mi Dona?

ABRAHAM GARCÍA IBARRA

 

                     Cada gota de petróleo cuesta una gota de sangre.
De Jorge Clemenceau a Thomas Woodrow Wilson 


Profeta del pasado: Con la iniciativa de reforma energética (…) no quieren -en el Ejecutivo federal- una industria petrolera, sino una operadora de contratos. 



LA CONTUNDENTE ASEVERACIÓN anterior la hizo en 2008 el presidente de la Fundación Colosio del PRI, el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Francisco Rojas Gutiérrez, hoy director general de la Comisión Federal de Electricidad, al hacerse del dominio público la iniciativa de reforma energética enviada por el Felipe Calderón Hinojosa al Congreso de la Unión. 

La segunda iniciativa de reforma energética emanada del Poder Ejecutivo en menos de cinco años, se sustenta primordialmente en el otorgamiento de contratos a particulares, bajo el supuesto de que esa asociación pública-privada aportará a la industria petrolera tecnología de punta y experiencia, atributos de los que durante la era neoliberal ha sido deliberadamente despojado Pemex. 

Puesto que los “buenos mexicanos” -potenciales usufructuarios de esos contratos- carecen de experiencia en la industria de hidrocarburos y, por tanto, de capital tecnológico, resulta obvio que los destinatarios de la oferta contractual son extranjeros. 

El estribillo de la carencia de tecnología para desarrollar el sector administrado por Pemex fue la constante en el proceso de privatización desde las presidencias panistas, en un periodo en que los precios del petróleo se movieron vertiginosamente a la alza y el incremento de la renta petrolera dio para financiar con autosuficiencia investigación y generación de tecnología, o comprar las franquicias requeridas. 

No se hizo así. Así no se hizo, porque la línea de desnacionalización ya estaba dictada desde el sexenio del usurpador Carlos Salinas de Gortari, quien operó en dos vertientes: a) empezó por restringir los recursos presupuestales al Instituto Mexicano del Petróleo, y b) por debajo del agua sucia, negoció secretamente los hidrocarburos mexicanos en el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá. 

El banco de sangre en manos de Drácula 

¿De dónde importar tecnología de punta? ¿De los Estados Unidos,  Canadá, Noruega o del Reino Unido? Esas cuatro potencias petroleras aparecen en la lista de 18 países que con más frecuencia generan desastres petroleros. Dicho sea en congruencia obligada, desde 1940 a 2010, por accidentes en plataformas petrolíferas y barcos petroleros, el planeta ha sufrido derrames de 6.5  millones de toneladas de crudo. ¿Costos para la humanidad? Incuantificables. 

Más que una hipótesis, hacemos una afirmación: Se ha contratado  tecnología en el Reino Unido como, en efecto, lo ha hecho ya la dirección de Pemex Exploración y Producción, a cargo de Carlos Morales Gil, expresamente con la British Petroleum, “para el control de pozos en aguas profundas”. 



Robert Rubin y Bill Clinton.


Faltando sólo cinco semanas para que Calderón Hinojosa entregara la banda presidencial a Enrique Peña Nieto, Carlos Morales Gil -un burócrata de sospechosa probidad enquistado en Pemex desde hace varios sexenios- recibió con bombo y platillos al representante de la British, Richard Morrison, para entregarle el santo y la limosna. Naturalmente, aquél 23 de octubre de 2012, hubo celoso cuidado en no revelar el costo del contrato. 

El confiable Richard Morrison llegó a la Torre de Pemex todavía con el frac manchado de chapopote: El de millones de barriles de crudo derramados el 20-22 de abril de 2010 en el Golfo de México por la infernal explosión y el hundimiento de la plataforma mar adentro Deepwater Horizon -operada por la British-, que dejó fuera de control el pozo Mississipi Canyon 252 y, a bote pronto, dejó derramados también once cadáveres. 

En realidad, la favorecida British -por contrato a vencerse en septiembre de 2013- arrendaba a la verdadera propietaria Transocean la plataforma semisumergible, construida a un costo de 560 millones de dólares. Técnicamente se le denomina a ese complejo “de posicionamiento dinámico de aguas ultraprofundas”. Con fines publicitarios, a fines de septiembre de 2009, las trasnacionales difundieron una gacetilla para anunciar que se había perforado el pozo más profundo en la historia de la industria petrolera. 

Desastre ecológico más allá de toda comprensión 

“Tecnología de punta”: Con todo y sus vehículos robóticos, la British no pudo contener el venero negro que escupía entre 35 y 60 mil barriles de crudo por día, después de que dos millones 600 mil barriles almacenados en la plataforma se quemaron ipso facto. Lo que se ocultó fue que la explosión colapsó otros 18 sitios de “fondo marino fracturado”. 

Seis mil 500 kilómetros cuadrados de las costas de Luisiana, Mississipi, Alabama, Texas y Florida; ocho parques nacionales de los Estados Unidos y 400 especies fueron puestos bajo alerta roja. El primer recuento de los daños: dos mil 624 animales (dos mil 95 aves, 467 tortugas, 61 delfines y un reptil) sucumbieron ante el ataque de la manca siniestra. Es de subrayarse que miles de familias de esa región viven primordialmente de la pesca. 



Ronald Reagan.


Peritaje sobre la cacareada “tecnología de punta”. Anatoly Sagalevich, del Instituto Shirshow de Oceanología de Rusia, entregó a Vladimir Putin un reporte que en su párrafo más alarmante asegura que el fondo marino del Golfo de México ha quedado fracturado irreparablemente. Recomendó el científico: Nuestro planeta debería comenzar a preparase para un desastre ecológico mas allá de toda comprensión. El interés de Rusia radica en que ya incursiona en el Golfo de México. 

Para taparle el ojo al macho, el 30 de abril la asesoría del Salón oval de la Casa Blanca declaró que no se permitiría perforar nuevas áreas, “hasta que la causa del accidente sea debidamente esclarecida”. (Je je). Con esos bueyes quiere arar en aguas profundas el inefable Emilio Lozoya Austin. 

Boga marinero, boga ya… 

Ay, el Golfo de México. Sobre sus  embravecidas crestas quiso bogar el muy líquido Felipe Calderón en busca del tesoro escondido en el fondo del mar. Y ¡Eureka! El 29 de agosto de 2012 creyó encontrarlo: Anunció que a 150 kilómetros de la costa de Tamaulipas, precisamente en el llamado Cinturón Plegado Perdido, en una de las Donas de Hoyos o hoyos de la dona, se hizo el hallazgo del primer gran yacimiento en aguas profundas. Un año después de la proclama del Jinete en la tormenta, ni siquiera se precisan las coordenadas para saber a quién pertenece tan rico lecho negro. 

De coordenadas es necesario hablar, porque, desde que se perdió el cuadrante sobre la ubicación de la desvanecida Isla Bermeja, los mexicanos no saben de quién es el Mare Nostrum. Lo que sigue es saber cómo perdimos la brújula. No vamos a bucear en la historia para saber qué año, qué día y a que hora cayó el meteorito que provocó aquellos codiciados hoyos. 



Francisco Rojas.


Hablemos de la era y la ola neoliberal que están padeciendo los mexicanos: Desde que arribó al poder el Dormilón del Salón Oval Ronald Reagan, de cuyos tanques pensantes salió la consigna de humillar el orgullo de México, se empezó a litigar contra nuestro país en materia de límites marítimos, para mojarle la pólvora  a Miguel de la Madrid en su atrevido impulso al Grupo Contadora para pacificar Centro América, tan despacificada por la Agencia Central de Inteligencia y El Pentágono y su ariete John Dimitri Negroponte. 

Después del error de diciembre 

Ya mencionamos el secreto compromiso de Salinas de Gortari de poner en el menú del Tratado de Libre Comercio el apetecible bocado de los hidrocarburos mexicanos. Con TLC o sin TLC, a Ernesto Zedillo Ponce de León le echaron encima maquinado error-horror de diciembre de 1994. Para garantizar la amortización del salvataje de su Presidencia suplente, tripulado por Bill Clinton, Zedillo hipotecó la factura petrolera, que quedó en manos del secretario del Tesoro clintoniano Robert Rubin. Primer paso. 



Dios los hace y ellos se juntan


Lo bueno vino hacia 1997-1998. Súbitamente, los mexicanos se enteraron de que Zedillo sigilosamente había planchado con su benefactor Clinton la revisión del Tratado de Límites Marinos. Las operadoras fueron la secretaria de Estado, Madeline Albright, y la canciller Rosario Green. El pacto Clinton-Zedillo se formalizó en Washington el 9 de junio de 2000, cinco meses antes de que Zedillo entregara la banda presidencial a Vicente Fox. Fue cuando la Isla Bermeja se convirtió en una especie de Nueva Atlántida mexicana. La última carta de defunción la escribió, a contrato expreso, el oceanógrafo Michel Antovick Kolpe. La isla se convirtió en bermeja leyenda sin consecuencia jurídica. 

Patriotas a carta cabal 

Desaparecida, con el complaciente Senado mexicano, la referencia oceanográfica que permitiría a México relativo dominio petrolero en el Golfo de México, todo fue coser y cantar.

Sólo para que los recuerde la historia, vale señalar que en el Senado 1994-2000 votaban, entre otros, los siguientes padres de la Patria:. 



Carlos Romero Deschamps, el ahora excarcelado y reivindicado por el PRD, Pablo Salazar Mendiguchía; la Tigresa Irma Serrano, Alberto Don Galleto Santos de Hoyos ¿de la dona?; el después foxiano Adolfo Aguilar Zínser, el colosista José Luis Soberanes Reyes, el apacible Juan de Dios Castro, el salinista tamaulipeco Hugo Andrés Araujo, el hombre clave de la Alianza Estratégica Pansalinista Luis H. Álvarez; el después jefe nacional del PAN y ex secretario de Vicente Fox, Luis Bravo Mena, y otros que escapan a nuestra memoria. Ellos fueron  los primeros en ratificar la patente de corso en 1999, después lo haría El Capitolio. 

La conjura de las bragas 

Tan machista descripción la escuchamos en Xicoténcatl la primavera pasada. Es que, si a Albright y Green les tocó operar la revisión del Tratado de Límites Marítimos con Clinton y Zedillo, a Hillary Clinton y a la ahora  emérita embajadora Patricia Espinosa les tocó la maniobra Barack Obama-Felipe Calderón para la firma del AEEUMEUARYTHGM en febrero de 2012. 

Tan tremendas siglas se traducen así: Acuerdo entre los Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de América relativo a los Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos en el Golfo de México. 



Según documentación de la transparente y proba dirección de Pemex Exploración y Producción, antes de llegar a ese acuerdo, entre 2000 y 2011, México se gastó la friolera de 50 mil millones de pesos en el mapeo de la zona. La benemérita Casa Blanca, a tenor del texto de Acuerdo (capaz que el Senado mexicano lo eleva a rango de Tratado para darle la última vuelta a la tuerca), le cede a México 61.7 por ciento del lecho marino y sólo reclama el 38.3 por ciento para sí. 

Y aún hay más: Si por esas cosas tan absurdas de la vida, en jurisdicción de los Estados Unidos se extrae petróleo que técnicamente provengan del lado mexicano de tales límites, inmediatamente los departamentos de Estado y del Tesoro notificarán a México: Mira lo que me encontré. Te lo mando para que lo puedas procesar y vender. Cómo, ante tal rapto de honestidad, el que fuera presidente de la Comisión de Energía del Senado, Francisco Labastida Ochoa, no iba a decir que el pacto será una herramienta para defender los intereses de México. 



Ay, los pactos: Lo que de veras contiene el Acuerdo es que los Estados Unidos, que se quedan con uno de cada tres kilómetros cuadrados, los escogió planitos, planitos. México tendrá que explorar, a dos mil 500 y hasta tres mil metros de profanidad,  lecho deteriorado, accidentado y difícil de perforar. Acaso sea de esa una parte del Golfo de México que el doctor Sagalevich describe como fracturado irremediablemente.



Es que… ¿qué diría

Milton Friedman?



Joseph Stiglitz

 

EL NOBEL DE ECONOMÍA, Joseph Stiglitz (El malestar de la globalización, Los felices 90/ Las semillas de la destrucción, etcétera) vino a México a mentar la soga en casa del ahorcado. En foro abierto por Vector Casa de Bolsa, don Joshep alborotó la bitachera cuando, al hablar de las reformas estructurales pendientes en la agenda nacional, dijo que éstas deben apuntar a la erradicación de los monopolios y los oligopolios pero, sobre todo, previno sobre la resistencia de las trasnacionales petroleras a someterse a los compromisos contraídos. ¡Imagínese, lector! venir a decir esas barbaridades en el santuario de Milton Friedman. Es un verdadero sacrilegio recomendarle a los neoliberales Made in USA que es necesario atacar las estructuras de la desigualdad y velar por los más pobres.

 



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