Secuestrados
de por vida hola
TEO
LUNA
HE IDO A MUCHOS FUNERALES. En casi 15 años de mi recuperación, muchos se han ido por la puerta falsa. Ellas y ellos no quisieron dejar la adicción; otros más, vivos -pero muertos en vida- prendidos de la heroína, cocaína, morfina, inhalantes, mariguana, hongos, ácidos, pastillas y tanta porquería mortal que hay en cualquier lado y a cualquier hora
AHÍ, AL LADO DE LA TUMBA, estaban sus hijos,
su padre, la ex esposa, hermanos y familiares de mi compañero. Vivimos juntos
un proceso de tres meses y él no quiso salir del hoyo. Salió y se reventó,
vivió de un proceso a otro, tuvo pocos días de sobriedad. Tocó todo tipo de
fondos, abandonó a su familia, se juntó con una y con otra, hasta que
finalmente sufrió la agonía en estado de coma en una cama de hospital. Su
cuerpo severamente dañado por un accidente de tránsito causado porque manejaba
intoxicado, ya no soportó más y murió.
Muchos dejan a sus hijos drásticamente dañados en todos los sentidos; a la esposa engañada, golpeada, maltratada, pisoteada, la dejan con una autoestima más abajo que el suelo, llena de resentimientos, culpas, frustraciones, golpes y llena de deudas, de todo tipo.
Por supuesto, con la familia del enfermote en contra, porque él se encargó de desprestigiarla, de decir mentiras, de echarle culpas. Esas puertas con los suegros y cuñados, quedan cerradas con odios y resentimientos. El deja a su familia sin patrimonio, sin casa, sin seguridad económica.
Adicto, neurótico, maniaco depresivo, codependiente: somos enfermos emocionales, no es sólo alcohol y drogas. La sociedad está enferma y ésta maldita enfermedad perversa del alma mata a seres humanos, siembra odios entre padres e hijos, resentimientos profundos entre hermanos, entre parejas. Por su culpa se rompen los matrimonios y se tornan violentos, se generan los embarazos en niñas madres en edades de 13 a 16 años, generando un futuro de madres solteras, los jóvenes declinan seguir sus estudios y se convierten en ninis.
Centros de Apoyo a los familiares de los Adictos
Hay una desinformación total respecto a la enfermedad emocional. Los familiares no lo saben pero desarrollan una enfermedad emocional que se llama codependencia. La madre o esposa se olvidan de sí misma y centra al cien por ciento su atención en la vida del enfermo.
El adicto nace y se hace en los hogares disfuncionales. El niño, el joven adicto, comienza a robar su casa, luego la de los vecinos, desde temprana edad pisa los separos de las comandancias y tribunal de menores, es el cuento de nunca acabar, el martirio apenas si comienza, la vida se torna por demás complicada.
La madre o la esposa, no saben poner límites, no conocen la magnitud de la enfermedad y sufren las consecuencias. Es prioritario, diseñar un programa de información, orientación, capacitación y concientización para la familia, enfocado a la prevención, principalmente de ésta enfermedad y después, capacitar emocionalmente a todas las personas que tengan relación con un adicto, para comprenderla y enfrentarla con herramientas y claves que habrán de suministrarse en centros escolares y comunitarios donde asistan los familiares y reciban todo un sistema de información y orientación vía talleres, cursos, películas, videos, lecturas, testimonios y pláticas.
Para evitar el sufrimiento, evitar la pérdida de seres humanos, evitar que los niños y los jóvenes sean presa fácil de ésta enfermedad devastadora, y lograr que éstos centros de apoyo a los familiares de adictos obtengan beneficios para sacar adelante a los adictos, para evitar que tengan recaídas, para cuidar a los niños, necesitamos capacitarnos emocionalmente ante este mal social que nos genera lamentables consecuencias.
Podemos aspirar a formar grupos, a organizarlos y capacitarlos para suministrar de técnicas, dinámicas, claves que generen calidad de vida, que alejen a las madres, a las esposas, a las hermanas de los enfermos emocionales, adictos, del sufrimiento y que no toquen fondo.
Profesionalizar los procesos
de desintoxicación y rehabilitación
EN LA REHABILITACIÓN de enfermos alcohólicos y drogadictos hay un rotundo fracaso lo mismo de enfermos adictos al juego, víctimas de la bulimia, anorexia, obesidad, Internet; a los juegos electrónicos, vigorexia y otras.
La adversidad demanda de
profesionalizar los procesos de atención a las adicciones, el cuidado
profesional en la desintoxicación y la rehabilitación mediante un organismo
público descentralizado que capacite de manera permanente al personal de los
centros de rehabilitación, que se abran diplomados y se obligue a tomarlos, a
la vez que las universidades diseñen, desarrollen y promuevan una carrera
especializada en las emociones y las adicciones, a fin de que los
protagonistas puedan convertirse en
profesionales, con suficientes conocimientos para salvar vidas.
Diseñar esquemas terapéuticos,
haciendo uso de la tecnología, de videos, películas, libros y experiencias que
se constituyan en herramientas para la recuperación, hacer, que cada centro sea
profesional en todos los sentidos. Brindar apoyos y programas de financiamiento
a fin de que las instalaciones sean óptimas y dignas. Integrar a la ciencia
médica, a terapeutas, adictos en recuperación, para profesionalizar los
tratamientos, fortalecer la terapia, y dar facilidades para que los enfermos
puedan cerrar sus círculos escolares dentro del mismo tiempo en que estén
internos, también, se capaciten en una escuela de artes y oficios, sin
descuidar la terapia, para que al salir a la calle puedan ejercer oficios que
los mantenga ocupados y les generen ingresos, en actividades como: Cerrajeros,
plomeros, herreros, electricistas, carpinteros, mecánicos, reparadores de
aparatos electrónicos, de calzado y otras actividades que sin problema pueden
aprender en períodos de 3 a 6 meses.
Los anexos existentes, con apoyo
suficiente pueden dar respuesta a la problemática, pero es necesaria la
aplicación de una norma de funcionamiento, calidad y calidez en el servicio,
capacitación y superación permanente.
El reto es profesionalizar e
integrar a todos, con un solo objetivo, modernizar y actualizar el esquema de
atención a las enfermedades emocionales y a las adicciones, por supuesto, con
un fuerte soporte de prevención en todos los sentidos. La verdad de las cosas,
es que mueren niños y jóvenes, no llegan a los 25 años y no podemos seguir de
brazos cruzados.
Como siempre a tus órdenes
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