MÉXICO EN LA ENCRUCIJADA
Aunque para nuestra aún subdesarrollada clase neoliberal ya resulta ocioso hablar de la Revolución Mexicana, algunos nostálgicos no resistimos recordar que dentro de unos días se cumplen l04 años del primer estallido del movimiento armado en el México del siglo XX.
Acaso esa terquedad memoriosa nos la incita la relectura de El hombre político/ Las bases sociales de la política, de Seymour Martín Lipset, todavía hace poco más de cuatro décadas maestro invitado de excepción en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, cuyas palabras, en su reflexión ¿El fin de las ideologías?, son las siguientes: “Un partido democrático no puede, sino muy raramente, convencerse en abandonar uno de sus principios fundamentales, y nunca puede permitirse la eliminación de su mito principal”.
Para efecto de estas notas, aplicamos la cita al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que desde su fundación en 1929 como Partido Nacional Revolucionario blasonó ser el depositario del proyecto de la Revolución Mexicana, ciclo que se cerró con el asalto de la tecnocracia neoliberal a la administración pública en 1982. Mito, no es necesariamente una mentira. Si acaso, la pretensión de hacerse del monopolio de ese mito.
El PRI retornó al poder presidencial el 1 de diciembre de 2012, después de que en los dos primeros sexenios del siglo XXI México fue gobernado por el adversario histórico de la Revolución Mexicana, el Partido Acción Nacional (PAN). ¿Cuál es el retrato de México en el actual universo globalizado?
Habla el Foro Económico Mundial
Desde la década de los ochenta, el Presidente mexicano en turno empezó a asistir a la reunión anual delForo Económico Mundial, en Davos, Suiza. En esa cumbre de cumbres de líderes económicos y políticos, en lo sucesivo el mandatario tuvo como leitmotiv de su discurso en ese foro su compromiso de privatizar los entes públicos para ser considerado apto jugador en las Grandes Ligas.
El 2 de septiembre de 2014, cuando en Palacio Nacional Enrique Peña Nieto dirigía su mensaje en torno a su II Informe de Gobierno, el Foro Económico Mundial dio a conocer su Índice de Competitividad Global 2014-2015, en el que se evalúa a 144 países/gobiernos. México repitió por segundo año su posición en el sitio 61, por debajo de Chile, Panamá y Costa Rica entre los Estados latinoamericanos.
Vale observar que el Foro Económico Mundial hace su encuesta básicamente entre empresarios privados, que tienen como cuadrante-guía de su percepción el comportamiento de las variables fundamentales macroeconómicas. En la asignatura de “estabilidad macro”, México cayó del lugar 49 al 53 en el periodo de evaluación.
Habla el Instituto para la Economía y la Paz
En junio pasado, el Instituto para la Economía y la Paz, que califica a 162 países/ gobiernos conforme la ausencia de violencia o miedo a la violencia para elaborar su Índice de Paz Global, colocó a México para 2014, en el sitio 138, después de que en 2013 lo había situado en el sitio 133. Cinco puestos más abajo al año siguiente.
El análisis explica que la lucha contra la violencia cuesta a los mexicanos 9.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); en términos per cápita, el costo es de mil 470 dólares; unos 20 mil pesos por cabeza. Un desagregado: 95 por ciento de los homicidios queda impune.
Habla Transparencia Internacional
Al cerrarse 2013, Transparencia Internacional dio a conocer su Índice sobre Percepción de la Corrupción: México ocupó el sitio 106 entre 177 países/ gobierno, 87 posiciones por debajo de Uruguay, el mejor colocado en América Latina, y aun por debajo de Cuba, Panamá y Bolivia. En una calificación a escala de 100, México se quedó en 34.
Como en otras ocasiones, Transparencia Internacional reitera su recomendación al Estado mexicano de un Sistema Nacional de Integridad, basado en eficaces instituciones de fiscalización y control, un nuevo régimen de responsabilidades para servidores públicos y mecanismos efectivos de rendición de cuentas.
Habla Pew Research Center
Existe una organización civil internacional denominada Pew Research Centerque, al través de encuestas personalizadas, monitorea la opinión ciudadana entre la sociedad de los Estados Unidos y el resto del mundo.
En una consulta a mil mexicanos adultos, realizada entre el 21 de abril y 2 de mayo de 2014, y dada a conocer en agosto pasado, sobresale el dato de que, mientras que en 2013 el Presidente de la República alcanzó 57 por ciento de aprobación, después de las reformas transformadoras bajo a 51 por ciento. Dicho de otra manera: En 2013 la actuación del mandatario fue calificada como mala por 38 por ciento de los encuestados; ese rango alcanzó 47 por ciento en 2014. El manejo de la economía, que en 2013 fue aprobado por 46 por ciento de los consultados, en 2014 fue reprobado por 60 por ciento.
Entre otros componentes del sistema, las empresas tuvieron un 37 por ciento de aceptación; el sistema judicial 37 por ciento también. La policía 34 por ciento, el Congreso de la Unión y la burocracia pública 33 por ciento, a la par.
Para entrar en materia de esta entrega, otro resultado de Pew: En el año monitoreado, el PRI vio aumentar su desaprobación de 43 a 47 por ciento; el PAN, de 43 a 53 y el PRD, de 55 a 66 por ciento.
Criminalidad, corrupción política y violencia
Los temas que más preocupan al mexicano: Criminalidad, 95 por ciento; corrupción política, 94 por ciento; violenciaatribuida al crimen organizado, 92 por ciento, y corrupción policiaca, 86 por ciento.
En el orden listado, pues, los estigmas de México son la incompetencia, la violencia y la corrupción. Estos fenómenos han sido subrayados en las últimas semanas por la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), organismos civiles multinacionales atentos a la observancia a los Derechos Humanos, y publicaciones internacionales especializadas en economía y finanzas. Como vectores de esas pandemias se nombra en primer lugar a los estados de Michoacán, Guerrero, México, Tamaulipas y Jalisco. Sinaloa y Chihuahua no lo hacen mejor.
Los tres partidos políticos arriba señalados (PRI, PAN y PRD), suscriptores y operadores del Pacto por México, lejos de asumir sus responsabilidades como generadores y actores del peor periodo de ingobernabilidad que haya vivido México en el último medio siglo, reñidos con el principio de autocrítica juegan a culpar al otro del cataclismo en el que se encuentra inmersa la sociedad mexicana y expone la imagen del gobierno al desprestigio y aun al choteo en el extranjero, cuya opinión tanto valora el grupo dominante.
Afilan los cuchillos largos para 2015
¿Qué mueve a esos tres partidos a tirar las piedras al frágil tejado del vecino, cuando todavía hasta julio pasado, en que culminaron los periodos legislativos extraordinarios para dotar de leyes secundarias a la nueva Constitución, estaban convertidos en un obsceno círculo de elogios mutuos?
Es que el 8 de octubre pasado, el nuevo Instituto Nacional Electoral (INE) declaró iniciado el periodo de organización de los procesos electorales calendarizados para 2015, en el que participarán tres nuevas franquicias con registro nacional, y cuyos resultados serán plataforma para la pugna presidencial de 2018.
En juego están 500 curules en la próxima LXIII Legislatura federal, (de la actual, sus integrantes serán despedidos con un pago de marcha de un millón de pesos a cada uno, aparte de sus dietas ordinarias y bonos extraordinarios) y las gobernaciones de Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. Seis en manos del PRI, dos en las del PAN y una en las del PRD.
Están, además, 15 congresos locales y en l7 estados los gobiernos municipales. En el Distrito Federal, donde predomina el PRD, las representaciones a la Asamblea Legislativa y titulares para 16 delegaciones.
Aleatoriamente, en 2015 está la concurrencia de las consultas populares promovidas por el PRD y el nuevo partido del Movimiento Regeneración Nacional (para revertir la reforma energética), el PAN (en materia de salarios) y el PRI (para ajustar la composición del Congreso de la Unión, reduciendo diputados y senadores de representación proporcional), que pasaron ya por la verificación de las firmas de apoyo por el Registro Federal de Electores, a fin de turnar las propuestas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que hará la declaratoria de constitucionalidad, o lo contrario, de las iniciativas.
Caídas y recuperaciones electorales
En la alternancia, inaugurada propiamente en 1997 en el Distrito Federal, al PAN y al PRD hasta ahora no les ha ido nada bien. En algunos estados se han desfondado. El PAN perdió la Presidencia de México, que en 2012 recuperó el PRI. Pero en el recorrido, el PAN perdió las gobernaciones de Aguascalientes, Jalisco, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán, si bien logró compensación en Baja California Sur, Puebla, Sonora y Sinaloa, aunque aquí su candidato externo se ha convertido en un gobernador híbrido partidariamente.
El PRD, que ha ligado tres sexenios en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, ha perdido en ese periodo las gobernaciones de Baja California Sur, Chiapas, Michoacán, Tlaxcala y Zacatecas, pero logró en cambio Morelos, Guerrero y Tabasco; éstos dos últimos con priistas desertores.
El PRI, que aun perdida la Presidencia de la República en 2000 no vio sustancialmente alterada su hegemonía en los estados, fue desplazado sin embargo en esa etapa de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Tabasco, si bien ha recuperado Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Yucatán.
Focos rojos en tres estados
En la pugna del 2015, hay al menos seis estados fluctuantes, pero los focos rojos están encendidos en Guerrero, Michoacán y Sonora, con cambio de gobernador y los más altos índices de conflictividad social e inestabilidad, incluso económica. Aunque sus elecciones se constriñen al Congreso estatal y 125 gobiernos municipales, se puede incluir al Estado de México en esa misma potencial tesitura.
Recomposiciones entre 2010 y 2014
En la perspectiva de la renovación de la Cámara de Diputados a la LXIII Legislatura federal, visto el cuadro entre 2010 (LXI legislatura) y 2014, el balance del PRI, PAN y PRD, se presenta en la siguiente estadística: El PRI bajó su registro de 239 a 213 diputados y el PAN de 141 a 114. El PRD, jalado en 2012 por su candidato presidencial mejoró su posición de 68 a 102. El partido bisagra que más se ha favorecido es el PVEM, que en la actual cámara baja tiene 28 legisladores.
No obstante esa actual correlación de fuerzas, que tiene al PRI apenas como primera minoría en San Lázaro, el efecto Peña Nieto logró superar la trabazón legislativa en que el tricolor tuvo atorados a Vicente Fox y Felipe Calderón. Puesto que 2015 es considerado plataforma hacia 2018, en la disputa por la Cámara de Diputados radica el quid de la próxima elección de legisladores federales.
Por supuesto, la operación política del peñismo entre 2013 y 2014 para sacar su agenda legislativa, no fue gratuita ni en términos económicos ni políticos.
Cuatro estados como monedas de cambio
En términos políticos, para 2015 el PRD, con Carlos Navarrete Ruiz, pretendería hacer valer compromisos no escritos para entregar Michoacán al actual presidente temporal de la directiva de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, que va a su segunda tentativa por la gobernación.
Para Guerrero, antes de la crispación de septiembre/ octubre, se daba por firme al senador perredista Armando Ríos Pinter quien, como lo hizo Aureoles Conejo en la demanda de desaparición de poderes en Michoacán para no ser convocado al interinato, reza porque no prospere la iniciativa del PAN para la desaparición de poderes en Guerrero, que implicaría la defenestración de Ángel Aguirre Vivero, que dejaría un interinato de unos cuantos meses.
Si bien el relevo en Puebla es hasta el 2017, el PRD intenta hacer efectiva la moneda de cambio en favor del presidente de la directiva del Senado, Miguel Barbosa Huerta.
El PAN reclama Michoacán y Sonora
El PAN, que vive la procaz frivolidad de Gustavo Madero, cuya licencia en la jefatura nacional dejó en la estaca a Ricardo Anaya, puja por la senadora Luisa María Calderón Hinojosa para la constitucional de Michoacán. (El propio Anaya se sacrifica, al menos por estos días, en Querétaro).
En el toma y daca jugado en el Congreso de la Unión, el panismo apuesta por la conservación en 2015 de Sonora, cuyo gobernador, Guillermo Padrés Elías, ha puesto en riesgo la continuidad azul en esa entidad, arrebatada hace cinco años al PRI por los desmanes del ex gobernador Eduardo Bours Castelo, por cierto recientemente exonerado judicialmente por la tragedia de la guardería ABC (medio centenar de niños muertos), lo que permite darle un trapazo al rostro tricolor.
Por alguna razón poco confesable, el PAN no da señales de preocupación por el muy damnificado estado de Baja California Sur, donde el azul Marcos Alberto Covarrubias apenas ha pintado en el diseño de los programas centralistas de reconstrucción de la devastada entidad peninsular.
El placeo de Claudia Ruiz Massieu
Por lo que corresponde a las nueve gobernaciones, cuyo relevo ya atiende el INE, el PRI va por todas las canicas. Carro completo, ha anunciado el actual presidente nacional, César Camacho Quiroz. Parece obvio, sin embargo, que se han tomado los aprestos previos para rescatar Guerrero, y en cuanta oportunidad se presenta, se placea a la secretaria federal de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, sobrina de los Salinas de Gortari.
A propósito de carro completo, por ahí el PRI siente un clavo en una de sus llantas. Recientemente, el INE tuvo que depurarle el padrón de miembros activos, requerido para refrendarle el registro nacional. Resulta que el tricolor presentó una lista de 5.8 millones de supuestos miembros activos. En el cotejo, se encontraron 804 mil 404 “inconsistencias”. La mayor fue que 426 mil 921 personas inscritas en el padrón priista, ya aparecían en la nómina de otros partidos. Por mandato del INE, éstas causaron baja del tricolor, que espera tener 10 millones de votos en 2015.
López Obrador, otra vez en el paredón mediático
Diez partidos nacionales tienen sus derechos a salvo para contender en 2015, tomando en cuenta los registros otorgados por el INE la primavera pasada. De los tres nuevos, no obstante, al que parecen temer más el PRI, el PAN y el PRD, es a MORENA, contra el que se aplica ya la estrategia de propaganda negra.
“Casualmente”, en el marco de la tragedia de Iguala, Guerrero, y las movilizaciones politécnicas de las últimas semanas en la Ciudad de México, sagaces sabuesos mediáticos han olfateado “mano negra” de Andrés Manuel López Obrador. Más que de descalificar la insurgencia estudiantil, por lo demás reconocida y atendida por el gobierno federal, se trata de llevar nuevamente al paredón al tabasqueño. En última lectura, el intento pretendería matar dos pájaros de un solo tiro. El segundo, antes de 2018.
Para cerrar esta entrega, señalemos una sucia greña en la ardiente sopa: Los reportes citados a la entrada de estas notas, sobre todo el de Pew -si lo reconocemos de buena fe- trata de llamar la atención sobre los obstáculos al ejercicio de una democracia con credibilidad, destacando las rémoras que la frenan. El Índice de paz global, se centra en el problema de la violencia en México, como intruso en la convivencia civilizada.
Desde hace poco más de un mes, el comisionado federal de Seguridad en Michoacán, Rafael Castillo soltó prenda revelando que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de la Secretaría de Gobernación, está elaborando los perfiles de los precandidatos michoacanos para las elecciones de 2015.
Hace tres semanas, en encuentro informal con periodistas, el presidente estatal del PRI en Guerrero, Cuauhtémoc Salgado, aspirante a la nominación tricolor a la gobernación de esa entidad, coincidió con el comisionado Castillo en que el Cisen investiga a los precandidatos guerrerenses. En reciente estancia en Sinaloa, se nos confirmó que el Cisen hurga en los expedientes de los precandidatos a diputados federales.
Como el que con leche se quema, hasta el jocoque le sopla, y no estando el horno no está para bollos, parece legítimo que el Estado emplee sus servicios de Inteligencia para prevenir reproducciones de fenómenos como los que asuelan Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Estado de México y Jalisco.
La pregunta es, si el Cisen no está supliendo la responsabilidad de los partidos políticos, que deben conocer vida y milagro de sus militantes, sobre todo de los que aspiran a un puesto de elección popular y, si, por otro lado, no está usurpando funciones que son facultad del INE, responsable “autónomo” del blindaje de las campañas electorales contra le penetración del crimen organizado, tipificación en la que se incluiría el mapachismo de los partidos mismos.
Lo más grave del asunto --cuando el PRI guarda reserva respecto de esa intromisión--, es que los dirigentes nacionales del PRD y del PAN, Carlos Navarrete Ruiz y Ricardo Anaya, respectivamente, hayan aceptado públicamente que un órgano del Estado, que no es el responsable de las elecciones, espíe a precandidatos. La noche del 15 de octubre, el panista Anaya, por la libre, supliendo al INE, dio por sentado un convenio con Miguel Ángel Osorio Chong, para legitimar la intervención de Gobernación en la indagatoria sobre los aspirantes a puestos de elección popular.
De esa manera, cuando aparezcan en ejercicio del poder político nuevos José Luises Abarca (Iguala) o Césares Migueles Peñaloza (Cocula), los dirigentes partidistas se lavarán las manos y señalarán a la Secretaría de Gobernación como partera de esos engendros asesinos. ¡Qué manera de matar al poeta!
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