CHICAGO ILLINOIS.- Resulta indignante que ante el panorama financiero amenazante que el nuevo año arroja sobre México, los partidos políticos y el gobierno se hayan distraído en temas secundarios sin aterrizar medidas extraordinarias para enfrentar el desafío de gobernabilidad que solo pueden traer los recortes presupuestales para el año 2016
EN TAL SENTIDO no es menor en su impacto social y moral el dispendio y la apropiación de dinero público que año con año alcanzan niveles de escándalo y que con total descaro cometen líderes de partidos e impunes funcionarios de alto nivel de los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en sus tres niveles: municipal, estatal y federal.
Más inconformidad y agitación social –expresada en mayor criminalidad- es lo que espera a México y a su gobierno en 2016, como consecuencia del rezago económico y la falta de expectativas de los votantes. El desplome de los precios del petróleo y la consecuente reducción de ingresos para el gobierno se van a reflejar en nuevos recortes presupuestales a lo largo del año. Esa ha sido la táctica de siempre, bien aprendida por los titulares de Hacienda.
No sobra apuntar que a final de cuentas siempre afectan mayormente a los indicadores de bienestar social: educación y salud, (no es para celebrar que los diputados le hayan restado más de seis mil millones de pesos a universidades públicas estatales).
México sigue lejos de los estadios de desarrollo
Visto el panorama nacional, a la distancia y sin el ruido ambiental de quien padece la crisis en carne propia, y contra los argumentos festivos de los beneficiarios del poder, solo puede afirmarse que México sigue lejos de los estadios de desarrollo marcados por la OCDE y por la ONU, establecidos en el año 2,000 en los Acuerdos del Milenio, consistentes en reducir la pobreza hacia el 2015.
Visión miope
El neoliberal grupo gobernante que asaltó el poder persiste en su visión miope de asumir el desarrollo nacional como dependiente total de los países avanzados y mantiene junto con América Latina la más baja inversión en el estratégico rubro de investigación y desarrollo, que es lo que puede aportar mayor productividad y competitividad a las naciones (amén de la anhelada independencia). Ese indicador es de apenas el 0.7% del PIB, que comparado con el de otros gobiernos deja en claro el limitado interés del grupo neoliberal en el desarrollo de México y la incapacidad de la fuerzas de izquierda para ofrecer una alternativa viable.
Para dar una idea de la visión regresiva que domina a los responsables de la asignación presupuestal (PRI,PAN y… ¡PRD!), en el rubro de investigación y desarrollo China invierte 1.8 y los países de la OCDE destinan al sector en promedio el 2.8 del PIB, de acuerdo con Mario Pazinni, director de Desarrollo de la OCDE, según estableció recientemente al presentar el triste “panorama económico de América Latina para el año 2016”.
Mientras en otras naciones en desarrollo avanzan, la región latinoamericana se mantiene rezagada. Ni siquiera está invirtiendo suficiente en capital humano, señaló el directivo de la OCDE, por lo que se puede temer que solo pueda aspirar a ser proveedora de mano de obra barata, mientras China y las naciones que compiten aportarán los cuadros directivos que el mundo requerirá en los próximos años. Veremos si el sistema sale airoso de este complicado 2016 que, sobre todo para el gobierno, será una prueba que lo obligará a buscar recursos hasta debajo de las piedras (y a endeudar más al país).
Amenaza de alzas
En todo esto, las anunciadas alzas de interés bancario en Estados Unidos y en México van a presionar más a los deudores, empresas y particulares, y también jugarán en contra del poder adquisitivo de millones de familias mexicanas.
Si bien las remesas de dólares desde Norteamérica, en el 2015 cercanas a los 25 mil millones, y los ingresos por turismo - cercanos a los 30 mil millones de dólares,- van a compensar en algo las pérdidas de renta petrolera -abultados tales rubros por el tipo de cambio debido al fortalecimiento del dólar, no por otros méritos-, como sea resultarán insuficientes para satisfacer el creciente gasto social. Ante la reducción del poder adquisitivo de las clases medias, ante los micro salarios y ante el creciente desempleo, los apoyos gubernamentales, ahora recortados, llegan a ser una válvula de escape para la golpeada economía familiar.
No obstante el feo panorama descrito, los líderes de todos colores y los funcionarios se ocupan de discutir mariguanadas en lugar de aterrizar propuestas para aliviar la pesada carga. Que no se quejen de su bajo nivel de aprobación popular ni de la ingobernabilidad que los espera.
*Periodisa mexicano, residente en Chicago,Il. Estados
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