• 688 mujeres asesinadas en Morelos en 15 años • En el gobierno de Graco Ramírez, 191 feminicidios • Su política: Disculpa pública y placa alusiva a los crímenes
UNA FUTIL DISCULPA PÚBLICA y la develación de una placa en memoria de las mujeres exterminadas. A eso se reduce la política pública contra la violencia de género asumida por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien pretende justificar su desfachatez y omisión atribuyendo a gobiernos anteriores la herencia de incesantes feminicidios en el estado.
ESA CÍNICA actitud la exhibió el tabasqueño apenas en diciembre pasado, después de lo cual se han registrado otros 37 asesinatos de mujeres no obstante la implantación del alerta de género que la Secretaría de Gobernación federal decretó para ocho municipios morelenses.
La coartada de Ramírez, asegurando que el exterminio de mujeres lo heredó de administraciones anteriores, se derrumba cuando de 2013 a 2015 los reportes indican que se han cometido un total de 191 crímenes de género.
El colmo del cinismo
El pasado 8 de marzo, en ocasión del Día Internacional de la Mujer, en Cuernavaca se conoció la verdadera y brutal dimensión de la violencia en movilizaciones que ampliaron la ruta del Congreso de Morelos hacia el edificio del Tribunal estatal de Justicia, donde se exigió a los magistrados poner alto a la impunidad reinante durante tres lustros.
En ese periodo, se han denunciado 688 asesinatos de mujeres, casi un tercio durante el mandato de Ramírez, quien asumió en octubre de 2012, fecha desde la cual se han acumulado más de 270 averiguaciones precias sin que el fenómeno cese.
Esa situación es cruelmente lacerante para las mujeres de Morelos, declaró la coordinadora de la Comisión Independiente de Derechos Humanos del estado, Julia Quintanilla, quien reclamó la homologación de la legislación penal con la federal y otros estados a fin de poner un alto a la impunidad.
Diputados imperturbables
Los diputados locales han permanecido imperturbables frente al drama, de ahí que las organizaciones activistas procuren contar con el apoyo de los magistrados para que se haga justicia a las familias de las víctimas y ordenen a los jueces las máximas penalizaciones contra los perpetradores de esos crímenes.
La primera semana de marzo, cuando se hacían los preparativos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el gobernador ordenó una ofensiva mediática para distraer la atención con ataques al alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, por su solicitud de licencia para asistir a un partido-homenaje del Club América.
Incluso, se sonsacó a paleros de algunas colonias para que se manifestaran públicamente frente al palacio municipal. De todas formas, la crisis política crece sin solución de continuidad porque el Congreso del Estado se niega a tomar cartas en el asunto.
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