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Edición 244
Jueves, 14 de Octubre de 2010 16:03

APUNTE

 

JORGE GUILLERMO CANO

(Exclusivo para Voces del Periodista)

 

Para  dignificar al periodismo

 

Por razones que bien conocen quienes por ahí transitan, no son los propietarios de medios electrónicos los que van a salvar al periodismo mexicano de los peligros intra y extra muros.

 

Si nos atenemos al fondo de la problemática eso se acerca a un contrasentido, pues precisamente medios como la radio y la TV suelen irrespetar los derechos laborales de sus trabajadores (al menos en la realidad que en los estados conocemos.)

 

Casi todas las cadenas televisivas pagan a sus corresponsales por honorarios, por nota “publicada” (transmitida) y, en general,  aquellos no cuentan con un ingreso estable y seguro.

 

Además, con sus políticas editoriales, con frecuencia se les obliga a sesgar la información. Si se duda, dejen hablar libremente a corresponsales que han vivido, y viven, esa situación.

 

En la radio, además de los bajos salarios, la mayoría de los reporteros también carecen de las prestaciones más elementales, como pago de séptimo día, seguro social, aguinaldo y vacaciones.

 

Así las cosas, se entiende que la jerarquía radio-televisiva remita todo el problema a la inseguridad (por cierto padecida por la ciudadanía en su conjunto) y margine las otras cuestiones que le competen y son centrales en más de un sentido.

 

Empezar por el principio

Bien lo dijo no hace mucho la directora de información nacional del grupo Radiorama, Ana Rosa Palma: si los empresarios de veras quieren ayudar, pueden empezar “dándonos sueldos que nos permitan vivir, garantías, seguros”.

“Hay quienes se enferman y tienen que andar viendo donde les cobran más barato una consulta médica, porque ni eso tenemos en muchos medios de comunicación”, abundó en reciente visita a Sinaloa.

 

Dejarse, pues, de poses y proceder con responsabilidad. Lo mismo vale para el gobierno que debe enfrentar la impunidad de los delincuentes que aumenta el riesgo de la profesión periodística.

Lugar tuvo la señora Palma para la autocrítica gremial: también se debe reflexionar sobre la honestidad en el ejercicio profesional: de pronto encontramos a un compañero “manejando una hummer blindada ¿de reportero? ¿de redactor?”, se preguntó.

 

 

MarseloEbrardJefedeGobiernodelD(2)

 

Las cosas en su lugar

La dignidad periodística tiene muchos enemigos, lo mismo en la oficialidad y el clientelismo epígono que en las calles y en la percepción social.

 

La mercadotecnia, hemos dicho y repetido, está sobre la función social; las empresas imponen sus criterios y dejan escaso lugar al periodismo como tal.

 

Bien harían los dueños de televisoras y radiodifusoras en pagar y dar las prestaciones de ley a los periodistas cuyos servicios requieren.

No es la Panacea, es cierto, pero sería un punto de arranque esencial para la dignificación de un gremio cuya función cada vez es más peligrosa y expuesta a las desviaciones que propicia la necesidad.

 

El hilo negro

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) han criticado, justamente, las condiciones en que se mueve el periodismo mexicano.

 

“La concentración en la propiedad y el control de los medios de comunicación limita seriamente el vigor, la diversidad y el pluralismo en el debate democrático en México”, concluyen.

 

Pues sí. La cuestión es qué se puede hacer, cómo y de qué manera en un entorno donde los monólogos oficial y empresarial no admiten, en los hechos, en los resultados evaluables, réplica.

Ese es, precisamente, el punto, la discusión pendiente (esperando que no fuera simplemente una catarsis más); desde luego, también en primer lugar los casos puntuales de agresiones y asesinatos contra periodistas en el país.

 

 

juansandoval

 

Iglesia intolerante

A otros temas: cualquiera sea el desenlace de la controversia entre dos cardenales (Juan Sandoval Íñiguez, obispo de Guadalajara y Norberto Rivera Carrera, de la Ciudad de México, este último señalado de proteger a pederastas) y el gobierno del Distrito Federal (los actores de ambos bandos son bastante más) es inconcuso que ha quedado en evidencia la faz intolerante, a más de vulgar, de la alta jerarquía eclesiástica de México.

 

Pero la reacción, más enérgica incluso, debiera ser de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJT) cuyos ministros han sido señalados, por Sandoval, de corruptos, pues según el dicho del obispo los “maiceó” el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, para que aprobaran la ley que permite a los matrimonios entre personas del mismo sexo adoptar a menores de edad.

 

Rivera, por su parte, dijo que son más peligrosas las reformas legales impulsadas por Ebrard que el mismo narcotráfico.

 

Ya se verá

A la hora de entregar esta columna, poco o ningún avance se conocía en el proceso iniciado con la demanda de Ebrard contra Sandoval.

 

Desde su católica parte, la arquidiócesis de Guadalajara advirtió que el cardenal susodicho “no se retractará ni ofrecerá disculpas a los integrantes del máximo tribunal del país”. Por lo demás, asegura la Iglesia tener pruebas de la corrupción de los ministros.

 

Desde luego, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) respaldó a los cardenales Rivera y Sandoval. Que se trata de “su derecho a la libre expresión” y que, al acusar de corruptos los jueces del más alto tribunal del país, no hay falta de respeto a las instituciones del Estado mexicano.

 

Lo que sea, se verá. Si seguimos con un Estado blandengue y dócil ante los representantes de la mochería, lo que revelaría más que un simple sentido de pertenencia (así sea más simulada que real, en el caso moral) y pondría en peor situación la maltrecha credibilidad de las instituciones nacionales.

 

 

cano

 

Y también Onésimo

El obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, desde hace tiempo se ha “distinguido” por sus expresiones heterodoxas (sólo en el lenguaje, no en la doctrina).

 

Para no pocos opinadores, el lenguaje que utiliza Don Onésimo es de “verdulero”, “procaz” y “desafiante”. Ello a raíz de que el señor obispo dijo hace unos días que “el Estado laico es una jalada”.

 

“Eso se puede escuchar en La Merced, Tepito o en la Central de Abastos”, pero no parece propio que “salgan de la boca de un ministro de culto” que, de esa manera, “ridiculiza la investidura y falta el respeto a la feligresía”, señaló Josué Tinoco Amador, profesor investigador de la UAM Iztapalapa.

 

Ahora que, excesos aparte, Onésimo sabe de lo que habla y porqué lo habla ¿Estado laico en México, con el paniato, de veras?

 

Tamborazos

-Conforme se acerca la toma de posesión de la gubernatura de Sinaloa, por parte de Mario López Valdez, suben de tono las disputas al interior del equipo que lo rodea.

-Difícil se ve que las ambiciones personales sean superadas, dadas las características de muchos de sus epígonos políticos. Pronto se verá. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla ).


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Comentarios (1)Add Comment
0
Juan Manuel López
octubre 28, 2010
201.164.164.60
Votos: +1
Todos contra todos

En Sinaloa los políticos ganadores, malovistas-millanistas y los perdedores, Aguilaristas-Vizcarristas, se están metiendo en todas partes apoyando a combatientes de lo que sea. El ambiente se está enrareciendo.

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