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Jaque a jubilados y pensionados
del IMSS, por su “quiebra inducida”
Como si se tratase de un proyecto fría y deshumanizadamente calculado para desmantelar a México, a fin que llegue a las condiciones de “Estado fallido”, cada día sabemos de noticias que siembran zozobra, como las referidas a nuestra impagable deuda extrema, la miseria en el campo, los “gasolinazos”, las matanzas por “la guerra” contra el crimen organizado, las intromisiones de EU contra nuestra soberanía a través de la Iniciativa Mérida y las concesiones a consorcios extranjeros que se llevan nuestras riquezas naturales y el producto de la explotación de las mismas.
La gama de noticias inquietantes se suceden unas a otras, junto con la impunidad de quienes se enriquecen rápidamente en las cúpulas de mando al amparo del poder. Ahora, la noticia que más inquieta a los mexicanos es la amenaza que se cierne sobre jubilados y pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social que, gracias al Presidente caballero, general Manuel Ávila Camacho, es -desde los inicios de los Años de oro, o sea, los años cuarenta- una de las grandes conquistas de la Revolución mexicana, ahora víctima de aguda grave crisis inducida.
El especialista Enrique Galván Ochoa -La Jornada, 4 de noviembre, pág. 6, columna “Dinero”-, manifiesta que, dicho sin eufemismos, el IMSS “está en quiebra”. “Una quiebras técnica”. especifica Gustavo Mora, colega de Diario Imagen (5 de noviembre, página 5, dicho en su acreditada columna “Nostálgicos y Acelerados”. El jueves 4, Daniel Karam, director del Seguro Social, dio a conocer “la delicada situación financiera del IMSS”, lo que pone en riesgo la vigencia del sistema de jubilaciones y pensiones, igual que la prestación de los servicios médicos.
Noticia que se esperaba
Desde el echeverriato, el avance de la enorme crisis financiera del Seguro Social era evidente, de acuerdo a la línea deshumanizada de la tecnocracia neoliberal, macro-económica y globalizadora que tiene en sus manos las riendas del país a través de los préstamos condicionados. Los conocedores en política, sobre todo a nivel internacional, aseguran que no hay nada fortuito en política, todo es productos de planes que es posible hacer realidad a través de gobernantes “colaboracionistas” con el FMI y el FM. En octubre de 1976, precisamente, Echeverría firmó con dichas instituciones, un préstamo condicionado que es el punto de partida para la imposición neoliberal en México, una de cuyas consecuencias es, precisamente la crisis en el IMSS.
Consecuentemente, se arrastra una situación precaria que arranca desde la administración de José López Portillo, con Arsenio Farell Cubillas -hombre de todas las confianzas de Luis Echeverría, el anterior mandatario en el país- en funciones de director del IMSS. Las cosas se agravaron con el ascenso de Salinas y Vicente Fox al poder, quien ya recibió descapitalizado al Seguro Social. Nada hizo para superar la ya avanzada crisis financiera.
Con el presidente Calderón, la crisis se agravó y la manifestación de ello fue el incendio en la guardería ABC, de Hermosillo Sonora, que se ha visto rodeada del escándalo por la impunidad de Juan Molinar Horcasitas, a quien se ha señalado responsable, incluso en la titubeante Suprema Corte de Justicia de la Nación..
En realidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha sido víctima de un proceso similar al de muchas empresas y organismos a los cuales se les ha desaparecido, previo agravamiento de la crisis inducida, de acuerdo a la técnica neoliberal. Primero se crean condiciones para que surjan carencias financieras, de operación y de producción. Esto es lo que ha ocurrido con el IMSS, según todas las evidencias que han trascendido a la luz pública.
Daniel Karam
Pobreza del trabajador
Con el Seguro Social ha pasado lo siguiente: En primer lugar, los empresarios incurren frecuentemente en la evasión del pago de sus cuotas correspondientes. Por otra parte, las aportaciones de los trabajadores han venido a menos, en la medida en que, con el advenimiento al poder de Carlos Salinas con el apoyo de los empresarios, los salarios a la clase obrera empezaron a desplomarse y, paulatinamente el Seguro Social empezó de recibir menos porcentajes del pago de la masa laboral, por sus bajos ingresos.
Esta despiadada técnica neoliberal de desmantelamiento de las mejores conquistas de la Revolución mexicana que favorecen a la población, es la que ha fabricado la crisis financieras en el IMSS porque , como textualmente Enrique Galván Ochoa, en la ocasión que lo citamos líneas arriba: “Uno de los factores que han desencadenado esta delicada situación son los bajos salarios de los trabajadores. ¿Cómo van a aportar más dinero si ganan una miseria?”. De allí que “cualquier plan serio para salvar al IMSS debe partir de un aumento del salario de los derechohabientes, a fin que puedan contribuir con cuotas mayores. No hay compañía de seguros del mundo que sobreviva con clientes tan pobres”. Y si a esto se le añade el desempleo y el subempleo, la recuperación financiera del IMSS se ve todavía más difícil de superar.
Regresión al siglo XIX
La tecnocracia neoliberal, cuando es dueña del poder, acostumbra que después de hundir en la crisis a la institución a la que quiere deformar o desaparecer, anuncia que “la situación es delicada” y que “sólo con la realización de urgentes reformas” se puede dar una solución, la cual, por regla general, de hecho sin excepción, desemboca en la nulificación de beneficios a la clase trabajadora. En el caso del Seguro Social -hundido en la crisis desde hace 40 años-, el titular de esta institución Daniel Karam asegura que “de continuar la situación actual, en la que los egresos superan a los ingresos, en 2012 será imposible la prestación de servicios a los afiliados y sus familias”.
Como medida de aplicación en el corto plazo, Karam, ante miembros del Consejo y funcionarios del IMSS y de la secretaría de Salud, considera necesario que el Poder Legislativo autorice la utilización de parte de los recursos de otros rublos, con el propósito de “ganar tiempo y capacidad operativa”, sin que esto sea la solución.
Prevé que la solución definitiva estará en “reformas de mayor alcance”, en un contexto de apertura, pluralidad, responsabilidad y disposición al diálogo constructivo”, dicho esto, en un abierto lenguaje eufemístico para ocular el rostro de la gran crisis.
El panorama luce incierto para jubilados, pensionados y derecho habientes en general, puesto que se afirma en el informe de la situación financiera del IMSS 2009-2010, que “sin la carga que representa el pago de régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), de 316 mil 68 trabajadores, el faltante para la atención médica sería de 10 mil millones de pesos en este año”.
Las consecuencias de una eventual suspensión del pago de pensiones y jubilaciones y de los servicios médicos en el Seguro Social -temores que nacen de lo dicho por Karma-, no es posible imaginarlas. Se puede decir que muchas personas que han cumplido toda una vida de trabajo, quedarían en el desamparo y ante la falta de familiares que los apoyen, tendrían que sumarse a la filas de la mendicidad.
Es de esperarse que el Congreso de la Unión, tan dado a ceder a las consignas que recibe, cuando se aborde el caso de la reestructuración del Instituto Mexicano del Seguro Social, una de las grandes conquistas de la Revolución mexicana a favor del pueblo de México, no sea pretexto para restarle prestaciones laborales al trabajador mexicano y sus familias.
Si hubo un Fobaproa para el rescate de los bancos,¿por qué no pudiera haber otro para salvar al IMSS sin perjudicar a la clase obrera mexicana? piensan algunos. Berenice Ramírez López, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, refiere que la crisis financiera dio inicio en el IMSS -que algunos piensan fue deliberada-, al autorizar que desde que fueron aprobadas las reformas de 1997, las autoridades permitieron la reducción de las cuotas patronales, la deficitaria reestructuraron del Seguro de Salud y el traspaso de los fondos de retiro, cesantía y vejez a las Afores, que desde entonces han incrementado sus ganancias y el IMSS dejó de recibir esos fondos ahora captados a través de los bancos “por lo que resulta contradictorio que el primero esté en crisis y las segundas tengan más de un billón de pesos” (La Jornada”, nov. 7, pág. 23.)
Ante la serie de desatinos “deliberados” en contra del Instituto Mexicano del Seguro Social, para evitar males imprevisibles económicos y sociales, el gobierno federal tiene a la mano la solución, mediante el sistema de otorgar los subsidios suficientes al IMSS, tal como lo estima el propio secretario de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos.{vozmeend}
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