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Otra vez el neoliberalismo
REGINO DÍAZ REDONDO
MADRID.- Hay que acabar con la política del neoliberalismo, casa de depredadores, refugio de especulación y cuna de los ricos envueltos en sábanas de seda y arrullados por nanas insoportables. Esa doctrina tiene una enfermedad terminal pero aún pide champán y caviar para su última cena.
Banco Central Europeo.
Si no desaparece, las medidas que tome la Unión Europea serán sólo cataplasmas de escasa efectividad que contribuyen a profundizar las crisis en el continente.
El equilibrio social es asimétrico e inhumano. La epistemología es una ciencia absurda apartada de la realidad y nos conduce por un camino sin salida.
La raíz del problema -una estructura que ya no sirve- es bien conocida por todos pero nadie se atreve a enfrentarla ni mucho menos estamos dispuestos a vencerla.
Ni siquiera se esbozan dudas sobre sus indecisiones y titubeos. No rinde beneficios más que a un pequeño grupo elitista.
Así las cosas, si el árbol se pudre hay que talarlo porque la semilla que lo hizo crecer está podrida, corroe a las plantaciones cercanas hasta que termina, como ocurre, por contaminarlas y convertirse en un desierto sin espejismos, oasis, ni camellos que nos lleven a saciar la sed que seca la garganta.
¡Qué ilusos somos, qué inocentes, creer en la bendición que nos imparten a diario los países del continente ricos y satisfechos!. Pero la locomotora que nos conduce, empieza a sufrir estragos por la crisis global. Todos padecemos ya los impactos negativos de una semi-bancarrota cuyos responsables tendrán que responder, sin remedio, por sus actuales políticas financieras entregadas sin condiciones a quienes nos destrozan para que en el continente seamos peones de albañilería.
Todos los barcos, sin excepción, empiezan a naufragar y los capitanes los abandonan y dejan que los pasajeros se hundan en la más ominosa de las tragedias que soporta el ser humano.
Somos estultos y heteróclitos y todavía creemos en la inmortalidad de los sueños. Nuestras capacidades físicas y mentales se apagan; las naciones periféricas (¡qué insulto tan sutil!) que se expresan en lenguas romances, fundamento de la civilización occidental, están tocadas, peligran. Los individuos útiles emigran a sembradíos mejor abonados.
Los germanos, bárbaros del norte, han demostrado, una vez más, ser los mejores ciudadanos del mundo. Al menos, eso creen. Nuestra cultura basada en una historia incomparable, castillos y honor, grandeza y valentía, no son ya referente ni paliativo para acabar, o reducir, la penuria y el hambre que nos inhabilita.
La agnosognosia (pérdida de memoria) nos recluye en clínicas, produce robots, importamadridismo, miseria, inconformidad, euforia y depresión a la vez. Somos bipolares todos.
Cuesta trabajo, dolor, ruboriza hacer el análisis de cómo la geografía más importante de Europa vive momentos angustiantes y está a las puertas de mayores males.
Es preciso, por tanto, hacer un repaso somero de cómo funcionan la mayoría de las naciones de nuestro entorno:
1.- Hungría ha caído en el fascismo. Su gobierno utiliza métodos que recuerdan a Hitler y el exterminio. La UE condena a su gobierno pero éste se mantiene firme y lo hará al menos durante un tiempo. Le piden que colabore para fortalecer la democracia, que no haya un solo partido político, que no censura a la prensa. La libertad de expresión significa el rescate y afianzamiento de los valores morales. La población magiar se queja, protesta, grita sin ser escuchada. Los nuevos demócratas consideran que lo que ocurre allí es un problema interno donde no podemos meternos. Otra vez la frase de siempre, la que propicia y propició invasiones aquí, en Latinoamérica y en algunas partes de Asia.
2.- En Turquía, el primer ministro Endorgan, se pelea con tirios y troyanos. Mantiene su acendrada doctrina musulmana pero enfrenta con valor muchas iniciativas dignas de tomarse en cuenta. Quiere entrar al grupo de los 27. Lo desean, por ejemplo, Estados Unidos y España. Y, para variar, Alemania se muestra reacia a apoyar tal iniciativa.
3.- El país de Merkel, Luxemburgo, Dinamarca y Holanda, se despachan en grande. Han establecido un Estado inter-plural. Manejan un continente en cuyo automóvil viajan pasajeros de segunda. Francia, con Sarkozy de pasada, es el elegante corcel donde monta la canciller para echar una ojeada al terreno de batalla.
4.- Noruega, Suecia y Finlandia son los mejores valorados. Resuelven sus problemas, son ascetas pero disciplinados. Avanzan sin parar; se apoyan en una educación ejemplar y niveles de vida envidiables; tienen la mejor sanidad y validan a diario el respeto a los derechos civiles, aunque, nunca falta el pero, algún orate dispare contra corrillos de jóvenes como acaba de ocurrir hace poco en un islote cerca de Oslo.
5.- Los Balcanes, la parte eslava, Estonia, Lituania, Letonia, Bosnia, Serbia, Macedonia, Bulgaria y la romance Rumanía, se esfuerzan por meterse en el Casino Global. Croacia lo hará el año próximo. Las carencias de las naciones de esa parte europea reducen sus sueños de mejoría pero luchan por conseguir que vengan mejores tiempos. Tienen que luchar con el antecedente de que en esa zona se iniciaron las dos guerras mundiales.
6.- Gran Bretaña, con Isabel II ajena a todo, propietaria de múltiples palacios, adorada y criticada por sus súbditos, dueña de inmensas propiedades dentro y fuera de su territorio, vive en el paraíso. David Cameron, su primer ministro, acaba de mostrar que la soberbia y los intereses de la City están por encima de cualquier solidaridad continental. No sorprende, es antieuropeísta cuando le conviene y se muestra agresivo y contrario a la moneda única; avisa, que nunca la adoptará porque sus finanzas no pueden supeditarse al capricho de las mayorías.
La libra esterlina sirve como instrumento de intercambio y conexión con el interés de sus descendientes en Estados Unidos. ¿Se arrepentirán en un futuro no muy largo? No lo creo, son insobornables y congruentes. Estos adjetivos demuestran que más bien representan la falsedad y el cinismo.
7.- Rusia y China, que no forman parte de nuestro entorno, deben tomarse en cuenta porque ven con codicia a los europeos. Invierten a manos llenas en consorcios y bancos, sobretodo los asiáticos. Esperan, con parsimonia, el momento adecuado para engullirse, o cuando menos manejar, la economía porque los políticos han pasado de moda. Vladimir Putin, ex miembro de la KGB, muestra, una vez más, su cara dura. Es mañoso e imperturbable; frío y cree que la mano de hierro es conveniente aunque el sistema soviético haya demostrado lo contrario. Eso sí, no quiere dar la espalda al resto de Europa. Desea apoyarse en la democracia para eternizar su poder junto a su fiel escudero el presidente Medevev.
8.- Poco hay que decir sobre los PIIGS que cada vez nos inclinamos más a los designios trazados por la cibernética de los poderosos. Salir de este laberinto es ahora inimaginable. Pero no perdamos la ilusión. Si la mantenemos y perseveramos, las pesadillas desaparecerán. Hay que ser optimistas aunque los hechos nos demuestren lo contrario.
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