DEFINICIONES MANUEL MAGAÑA CONTRERAS (Exclusivo para Voces del Periodista)
Calderón, ¿el “ilegítimo”
que no se “legitimó”?
¿CUÁL ES EL DEBER SUPREMO de todo gobernante de un país, trátese de un presidente, de rey o cualquier otra denominación que se le dé a quien ejerce el poder? Indudablemente, el deber supremo de todo gobernante consiste en defender los intereses de su país de origen y en velar por la defensa de los derechos de sus representados, sobre todo ante las amenazas del extranjero. Ningún gobernante es electo para que defienda -sobre todo a costa de los derechos de sus connacionales- ambiciones hegemónicas del exterior.
LA ADMINISTRACIÓN DEL PRESIDENTE Felipe Calderón -“haiga sido como haiga sido”, según acostumbra expresarse el michoacano-, toca a su fin y, desde luego, del fallo de la historia no escapará, porque “chueco” o “derecho”, o sea, “haiga sido como haiga sido”, -ya sea de jure o de facto -, ejerció el poder de principio al fin del período sexenal para el cual contendió con Andrés Manuel López Obrador, quien nunca lo reconoció como jefe del Ejecutivo y el mismo AMLO asumió, en forma sui generis, el papel de “presidente legítimo”.
Sea en una forma, sea en otra, el caso es que el deber supremo de Felipe Calderón, en cuanto presidente de México en funciones, era el de velar por los derechos de los mexicanos que, ante las ambiciones del extranjero, amenazan nuestra soberanía nacional.
La opinión del presidente Benito Juárez sobre la actuación de todo gobernante, de toda persona que tiene responsabilidad en el servicio público, es que está sujeta al escrutinio de su conducta. El tribunal de la historia es severo y de él ningún hombre público con poder escapará.
Defendió intereses ajenos
La sabiduría popular mexicana dice que “la verdad no peca, pero incomoda”, y, en tratándose de una primera referencia sobre la trayectoria de Calderón en el poder, ahora que termina su período encontramos que en lo fundamental, su administración se distinguió por identificarse y servir intereses del extranjero, sobre todos los del TLC con los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etcétera.
Un neo coloniaje a favor de ese poderío financiero se extiende en el mundo, a través de los préstamos condicionados. La forma de esclavización, ahora, es a través de esos préstamos que sirven para dictar órdenes, sobre la forma en que deben gobernar quienes olvidan el deber de defender a sus representados y acatan las directrices foráneas.
Encontramos que Felipe Calderón Hinojosa, según denuncia del senador Benjamín Robles Montoya, deja hundido a México con un a deuda pública -interna y externa-, de 9 billones 292 343 millones de pesos, de acuerdo a información publicada en Diario Puntual de fecha 2 de octubre. Se trata de una deuda prácticamente impagable, cuyos intereses nos hunden en la miseria durante incontable número de años. Esto, no es defender a los mexicanos, sino a los usureros del poder financiero mundial, a costa nuestra.
A mayor abundamiento, el legislador destaca en la misma ocasión que tan desorbitado endeudamiento representa un incremento del 153 por ciento del monto que se adeudaba en 2006, que era equivalente a los tres billones de pesos. ¿En qué se ha usado ese dinero? En beneficio del pueblo de México no, porque hay 55 millones de compatriotas que sufren pobreza, y unos 12 millones, según datos del INEGI, sufren desempleo y subempleo y más de 14 millones se dedican al ambulantaje.
Mineras extranjeras, muy favorecidas
¿Cuántos trabajadores mexicanos mineros han muerto tanto en Pasta de Conchos como en otras minas en diversas partes del país? Son muchos, desde luego y dicho gremio se encuentra en condiciones difíciles, mientras bajo las complacencias de la administración calderonista a través de funcionarios como el titular de la Secretaría del Trabajo, las empresas mineras extranjeras, sobre todo las canadienses, saquean el oro y otros metales, por toneladas, sin que ello represente un beneficio digno para el minero mexicano ni el correspondiente pago de impuestos.
Ese saqueo de oro, principalmente, es muy superior al que los españoles se llevaron fuera de nuestro país, durante la época de la conquista y el período virreinal.
La explotación minera que favorece a los consorcios extranjeros, sin pagar los impuestos correspondientes, representa un grave perjuicio para el país en general y tratándose de los dueños de las tierras, y sean ejidatarios o comuneros, se les obliga a vender sus tierras a favor de los inversionistas extranjeros que depredan el equilibrio ecológico y las inutilizan como superficies de explotación agropecuaria.
En uno de sus viajes a los EU, Felipe Calderón rindió honor a los soldados norteamericanos abatidos que invadieron nuestro país para arrebatarnos por la fuerza más de la mitad de nuestro territorio patrio. Ningún presidente mexicano había estado presente antes en el cementerio de Arlington. Calderón si lo hizo y se cuadró para homenajear a los soldados gringos, sin que hubiese hecho el distingo respecto de los invasores de México en 1846-1848.
En energéticos, entreguismo
Por no disponer del suficiente número de refinerías, nuestro petróleo no puede ser convertido en gasolina en volúmenes que respondan a nuestras necesidades. Se necesita, por tanto, construir refinerías. En este aspecto, Felipe Calderón no hizo todo lo que estuvo a su alcance como presidente de México, para que se hiciera realidad el proyecto en el Estado de Hidalgo.
Prefirió encarecer la gasolina con los “gasolinazos” que afectan mensualmente el costo de la vida al propiciar una mayor inflación que repercute en la economía familiar. En materia de energéticos, hizo todo lo posible para privatizarlo
Aún en contra de los intereses del pueblo mexicano, ha concedido concesiones a empresas españolas, para que produzcan energía eléctrica a costos más caros que la Comisión Federal de Electricidad. El resultado es que los recibos por consumo de fluido eléctrico llegan cada vez más caros al bolsillo hogareño. No se ha demostrado, con datos confiables, que el llamado “horario de verano” que abarca de primavera al otoño, represente algún beneficio para los mexicanos, puesto que no hay rebajas en el consumo de fluido que se consume a nivel hogareño.
Los beneficios son para los financieros de Walll Street, porque dicho horario facilita sus especulaciones financieras que para nosotros representan únicamente el pago de intereses que nos abruman económicamente
Los pasos fundamentales del gobierno de Felipe Calderón, se caracterizan por su favoritismo a los intereses ajenos y hasta adversos a México, en tanto que las respuesta a los demandas de los mexicanos han sido para empobrecernos.
En 1988, cuando el panismo, encabezado por Diego Fernández de Ceballos, reconoció el controvertido triunfo de Carlos Salinas de Gortari, dijo que si éste no tuviera legitimidad de origen, tenía ante sí la oportunidad de legitimarse en el ejercicio de sus funciones.
Con base a esa tesis panista a propósito de Salinas, cabe señalar si la responsabilidad suprema de un gobernante es defender los intereses de sus representados y la soberanía nacional -tan violada con al argumento de “la guerra” ajena contra el narco-, cabe preguntar: ¿Calderón se legitimó en el ejercicio de sus funciones?
Por encima de opiniones, el balance de la administración calderonista será el fiel de la balanza en este tema.
mmc. informació
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