Salinas, Bush padre y Mulroney, atestiguan la firma del TLC.
RELATOS NO APTOS PARA BEBESAURIOS
El que por su gusto es buey,
hasta las coyundas lame
Cangrejos al compás/marchemos hacia atrás. Guillermo Prieto
Con
diagnóstico de sicología, podemos afirmar que no tenemos ni actitud ni aptitud
proclives al masoquismo. Por el contrario, con certificado de alta del Hospital
de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI (octubre de 2011), somos -textualmente
dice la nota- “buenos para la vida”.
¿A
qué viene esa anómala introducción al ejercicio memorioso de hoy? Viene a que,
en nuestro diario y peatonal itinerario rumbo a la redacción de Voces
del Periodista:
1) en la Colonia Narvarte de la Ciudad de México, pasamos
frente al número 425 de las calles de Palenque. Ahí, el 18 de diciembre de
1951, los niños Carlos y Raúl Salinas de Gortari cometieron su primer homicidio
en la persona de la niña Manuela,
sirvienta de la familia; seguramente era india, por eso se ignoraron sus
apellidos en los primeros partes
policiales;
2) al llegar en autobús al Centro
Histórico de la Ciudad
de México, descendemos en las calles
de 16 de Septiembre. Desde que estrenamos esta ruta, nos llamó la atención la
colonial finca ubicada en el número 37. Desde su frontispicio, vigilan al
transeúnte cinco esculturas. A distancia y, por asociarla al nombre de esas
calles, creíamos que eran de los héroes que nos dieron Patria. No. Son
representaciones de filibusteros que identifican la denominación de un servicio
de nocivas hamburguesas; y
3) para llegar a la calle de
Filomeno Mata, tomamos la de Bolívar hacia el norte y entramos por la de
Tacuba. En esta esquina nos topamos con una espeluznante doble alegoría que nos
recuerda nuestra lastimada y lastimosa realidad neoliberal: Pared con pared,
están el Museo Interactivo de Economía (Mié)
y… el Museo de la Tortura. ¡Qué puntería tan cruel! la de
los curadores de ambos recintos. Dijo el clásico que la
Economía es un asunto
de Estado demasiado grave como para dejarlo en manos de los economistas.
Estaba en lo cierto. Las consecuencias de esa aberración política son
torturantes.
Ahora, el XX aniversario del TLC
En la
edición 312 de Voces del Periodista dedicamos un tema al primer cuarto de
siglo cumplido por la perversa Alianza Estratégica, firmada
en diciembre de 1988 por el Partido Acción Nacional con Carlos Salinas de
Gortari. Esa alianza devino Pacto por
México, suscrito en 2012.
Hoy,
abordamos el XX aniversario del TLC (ahora TLCAN o Nafta, por sus siglas en inglés), ofrecido por Salinas de Gortari al
presidente de los Estados Unidos George H.W. Bush, y al Primer Ministro de
Canadá, Brian Mulroney, con quienes lo firmó en noviembre de 1993, para
que entrara en vigor en enero de 1994, a punto de que Bill
Clinton se instalara en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Melifluo,
el infante homicida Salinas de
Gortari había dicho a los mexicanos que se trataba sólo de un acuerdo, pues otra tipificación jurídica
en el marco del Derecho internacional implicaría asuntos de defensa (militar-Seguridad Nacional) común,
moneda única, etcétera.
Avanzadas
las negociaciones, el Senado norteamericano seguía codificando el TLC como acuerdo, pero Salinas de Gortari
instruyó a sus senadores tricolores lo sancionaran como Tratado (con extensiones
ahora en el Plan Puebla Panamá, la
Alianza para la
Seguridad y Prosperidad de América del Norte, la Alianza Energética
de América del Norte, la
Iniciativa
Mérida, y más de 100 mil muertos en el combate al otro
crimen organizado.)
El
propósito de la anexión de México a la economía de los Estados Unidos, era sólo
cuestión de trámite. Ya estaba preconfigurado. Como es sabido, Salinas de
Gortari fue el hombre fuerte -como secretario de Programación y Presupuesto- en
el gabinete de Miguel de la
Madrid.
Desde
esa posición, en 1986 Salinas de Gortari indujo la incorporación de México al
Acuerdo General de Aranceles de Aduana y Comercio (GATT), a la que el gobierno
mexicano se había resistido durante casi 40 años, por las mismas razones que se
resistió a su adhesión a la
Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP). Una de
ellas, mantener a salvo la soberanía nacional en la gestión de su política
económica.
En el
libro El nuevo mundo de resistencia indígena (2010), del sabio
estadunidense Noam Chomsky su coordinador editorial recogió este testimonio:
“El gobierno de Clinton comprendió que el efecto del Tratado en México iba
ser de milagro económico para una pequeña porción de la población y para los
inversionistas estadunidenses…”. Brujo, el tal Clinton.
Antes de lamer el yugo del GATT
Sin
dejar de lado que, a finales de su azaroso y satanizado sexenio, Luis
Echeverría puso alfombra roja para recibir al Gran Leviatán global -el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, con
el que su gobierno firmó la primera y suicida Carta de Intención, vamos a otras
fuentes que nos comprueban que el tóxico y depredador TLC no surgió de la
ciencia infusa, ni por generación espontánea.
Antes,
dos entremeses. El primero, rescatado de las memorias del Partido “Revolucionario”
Institucional (PRI): Desde el inicio de su gobierno -dijo el institucional
PRI-, el presidente José López Portillo señaló que dos prioridades habrían de
ser preocupación de su quehacer político: Energéticos
y alimentos. “Una vez descubiertos los ricos yacimientos petrolíferos del
sureste y concluida la apreciación de
las reservas, Pemex se dio a la tarea de incrementar la exploración,
perforación y extracción del preciado combustible.
“De
esta forma, el desarrollo económico de México quedó en gran parte fincado en la
explotación de los mantos petrolíferos…”. Eso consta en las memorias
del viejo PRI.
El
segundo entremés: La
Confederación de Trabajadores de México (CTM) cayó en cuenta
en que “la administración de la
abundancia” petrolera repartía en forma discriminatoria a favor de los ricotes. Convocó por ello a encuentro
nacional para postular una Reforma Económica Integral, de cuyas conclusiones
destacamos la que a estas notas conviene:
La renta
del petróleo debe servir, no sólo al desarrollo nacional, sino emplearse como arma
de negociación en las relaciones económicas con el exterior. La Confederación
Nacional Campesina (CNC) se sumó a la iniciativa -se propuso
el Pacto Obrero-Campesino-, y el PRI, en ilusamente promisoria Asamblea
Nacional, la hizo propia. Dicho lo cual…
Que no llegue la izquierda a Los Pinos
No por puro y prurista nacionalismo
trasnochado, tengamos presente la decimonónica y obsesiva superstición del Destino
manifiesto estadunidense. Siglo y medio después, en 1979 influyentes
tanques pensantes, autores de los Documentos
de Santa Fe, desempolvaron la Doctrina
Monroe, a fin de recordar que “América” es de los gringos, para quienes América
tiene como santuario propio e indisputable todo el continente americano, desde
Alaska hasta La Patagonia.
Para
efectos de este tema, subrayemos unas líneas de los Documentos…, elaborados con
dedicatoria al próximo huésped de la Casa
Blanca, que resultaría ser el republicano Ronald Reagan: “Deberá
evitarse que el próximo Presidente mexicano esté políticamente más a la
izquierda, porque será más difícil tratar con él…”. Se avistaba la
sucesión presidencial de 1982. El sucesor del expropiador de la banca José López
Portillo, fue el neoliberal Miguel de la Madrid.
Los
Documentos… -que serían soporte del posterior Consenso de Washington- contienen
esta interrogación: “¿A dónde irá Washington?”. Parte de la respuesta es esta:
“Los
Estados Unidos deben dedicar especial atención a tres países: Brasil, México y Cuba (…) Brasil y México son elegidos en razón de su
dimensión y su potencial. La inestabilidad centroamericana ofrece grandes
oportunidades tanto a Cuba como a la Unión
Soviética; en México, con su petróleo. (Contra esa
eventualidad) los Estados Unidos deberán firmar acuerdos de suministro de gas y petróleo”. Por supuesto, Brasil y Cuba
siguen todavía bregando, cada uno a su manera, por su Independencia económica.
La verdadera guerra ha comenzado…
Cuadrantes
para una carta de navegación: “La América
Central y el Caribe, son zonas de crítica importancia (para
los Estados Unidos), debido a su estratégica situación y debido también a que
económica y militarmente se encuentra entre las zonas más débiles del
hemisferio. En la actualidad, hay un gobierno radical en Granada, en tanto que
Cuba se ha esforzado por ganarse las simpatías de Jamaica y Panamá, y ha
intervenido en Nicaragua…”.
Estamos
en 1980: Ronald Reagan pasea ya somnoliento por las riberas del Potomac. (La Fundación Heritage piensa por él). Con los Documentos de
Santa Fe, le llega un ejemplar dedicado del libro La verdadera guerra/ La tercera guerra mundial ha comenzado,
del cual tomamos el párrafo que antecede. Escribió ese libro el defenestrado ex
Presidente Richard Nixon, quien completa el párrafo citado:
(La
crítica situación de América Central y el Caribe) “podría ser un primer paso
que conduce al través de Honduras, El Salvador y Guatemala, al
umbral de las grandes reservas del petróleo mexicano en la zona del Istmo de
Tehuantepec. Los soviéticos y sus aliados podrían muy bien intentar repetir en la América Central el juego de
cerco y presión que han puesto en práctica en Afganistán, Yemen del Sur y
Etiopía, alrededor de las tierras petrolíferas de Oriente Medio”.
(Desde
la situación en América Central) “esos regímenes amenazarían no sólo a México y
Venezuela -los dos grandes productores de petróleo de América Latina, sino
también al Canal de Panamá. ¡Esto no podemos permitirlo! La Doctrina Monroe debe recibir
nueva vitalidad y ser rescatada para neutralizar una agresión indirecta…”.
Lo dijo Nixon. ¿Quién sería el imperialista trasnochado? Por supuesto,
Venezuela continúa su empeño por su Independencia económica, a contrapelo de la
incesante hostilidad desde Washington contra la Revolución
bolivariana.
Humillar el orgullo de México
Cuando
Reagan nombró al pésimo actor cinematográfico John Gavin su embajador en
nuestro país, le dictó una implacable consigna: “Humillar el orgullo de México”.
Gavin se afanó en cumplirla puntualmente. Pronto se le vería cabalgando en la
seca pradera electoral mexicana, armando el entramado de la nueva Triple
Alianza: PAN-Empresarios-Clero, para echar al PRI al basurero
de la Historia.
Hacia
1984, Gavin llevó de la mano a Dallas, Texas -sede de la convención del Partido
Republicano para lanzar a Reagan a un segundo mandato- a la primera delegación
del PAN asistente a un evento partidista político-electoral en el extranjero,
burlando impunemente el entonces expreso impedimento legal en la materia.
Los perversos taumaturgos
Dos
años después, en Asamblea Nacional en San Luis Potosí, el PAN expectoraría:
“Sin ser economistas graduados, la mayoría de los mexicanos intuimos que hemos
sido engañados, y que si la economía está desquiciada, se
debe a la ineptitud o a la irresponsabilidad de quienes manejan el país”. (Los
del PRI.)
“¡Estamos
en guerra!”. Proclamó el PAN en octubre de 1986 desde San Luis Potosí,
en aquel aquelarre: “Es cierto, estamos en guerra, pero no contra un enemigo
extranjero que amenaza a la
Patria, que es nuestra, sino enfrentándonos a quienes detentan el
poder y abusan de él para mantenerse en él”. (Los del PRI.)
Otra
vez dos años después: Luis H. Álvarez, Diego Fernández de Cevallos, Carlos
Castillo Peraza, Abel Vicencio Tovar y Bernardo Bátiz, se introducen sigilosamente
a Los Pinos: Mudan la Triple
Alianza, pactada a instancias del embajador
Gavin, en Alianza Estratégica con el usurpador priista Salinas de Gortari,
egresado de posgrados de la
Universidad de Harvard. Le ofrecen a éste reconocimiento por legitimidad de gestión, a cambio de concertacesiones
electorales.
Diez
meses después, muere convenientemente en inexplicable carreterazo el ex candidato presidencial del PAN, Manuel de Jesús El
Maquío Clouthier del Rincón. Éste, sin embargo, alcanzó a atestiguar el
primer abono a las concertacesiones: La entrega al PAN de la gobernación del
geoestratégico estado de Baja California.
Constitución “democrática” dictada por la ultraderecha
En
1985 -penúltimo año de la
Embajada de Gavin-, al menos tres conspicuos militantes del
PAN: El ex jefe nacional y ex candidato presidencial José González Torres
(postulante desde México de la Nueva
Edad Media americana); Luis Felipe Bravo
Mena, presentado entonces como consejero ideológico de El Maquío Cloutier, después
jefe nacional del partido; y el ex diputado panista Alejando Gurza Obregón,
participaron en Guadalajara en un subversivo evento al que convocó la
ultraderechista secta Desarrollo Humano Integral (DHIAC), apéndice subrepticio
de la Confederación
Patronal de la República
Mexicana (Coparmex).
Así terminan los que buscan el sueño americano
De
ese encuentro, emanó el Manifiesto para
un México Libre y Justo/ Un proyecto de
Constitución Democrática. Lo que interesa a nuestro tema: Echar abajo
los artículos 25, 26, 27 y 28 de la Constitución mexicana
(“propia de un régimen totalitario”,
dijeron los conjurados.)
¿A
qué se referían esos artículos de la Constitución impugnados por la ultraderecha? A la tierra, al petróleo y a la banca.
A los sectores prioritarios y estratégicos para el desarrollo nacional, pues.
Desde el proyecto de Constitución cristera de los años 20
del siglo pasado, no se había registrado un lance tan obsceno y temerario de la
contrarrevolución.
Los primeros trofeos neoliberales
En el
marco de la Alianza
Estratégica pactada
en diciembre 1988 por el PAN con Salinas de Gortari, el primer trofeo con el
que se alzó la ultraderecha azul fue la banca (derogación del párrafo quinto
del artículo 28 constitucional, para democratizar
las instituciones bancarias, y hacer del servicio de banca y crédito, en
manos mexicanas, “instrumento eficaz para
la creación de riqueza en beneficio la
población”). Misión cumplida con creces.
Le
seguiría la tierra (artículo 27, sobre la propiedad social rural), para “capitalizar
y modernizar el campo”, mediante la inserción del ejido a la economía a escala
y satisfacer la autosuficiencia alimentaria de la población, entre otras
falacias. Misión cumplida con creces.
Abordo de La Bestia.
Paralelos
a la exposición de la propiedad social de la tierra a terceros (enajenación),
marcharon por la vía fáctica los hidrocarburos, comprometidos secretamente por
Salinas de Gortari en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio. Misión
cumplida con creces.
“Misión cumplida” es -desde el punto de
vista tecnocrático neoliberal- la leyenda en la medalla que debe otorgarse a los neorreformadores, toda vez que, a la
menor provocación, blasonan desde hace veinte años que transitan por el
camino correcto. Obviamente, el camino correcto ha embrocado a México
hacia el abismo.
Para
cerrar -por hoy- estas notas, retomemos a Noam Chomsky, en la obra ya citada: “Uno de los objetivos del Tratado
(de Libre Comercio)… fue ponerle
candados a México para que cumpliera con las ‘reformas’; es decir, las
reglas neoliberales. Si se consigue encerrar a México en esas reglas, aun si
hubiera ‘apertura democrática’ (esa cosa tan peligrosa), no podrá hacer mucho,
gracias a esos candados. Esa es la ruta en la que está México”.
Hasta aquí Chomsky.
Veinte
años de postración y desolación os contemplan, compatriotas, sin compasión alguna.
Próximo el 97 aniversario de la
Constitución de 1917, ¿qué engendro deshilachado y fantasmal rondará en el foro del Teatro de la República, de la ciudad
de Querétaro, el próximo 5 de febrero?
No
nos lo imaginamos. Preferimos continuar con nuestras ruta y rutina matinales de
todos los días: Caminando de puntitas y con crucifijo en mano frente a las
paredes de los museos Interactivo de Economía y de la Tortura
neoliberal por las calles de
Tacuba. Dios nos coja confesados.
TLCAN: 20 años de depredación nacional
En
los días en que los yuppies mexicanos
degustaban el pan, la pasta y el vino en sus almuerzos en las novedosas trattorias de Polanco, Avenida de la Reforma y la Colonia Condesa, al ex secretario
de Relaciones Exteriores y de Hacienda, el saliniano
José Ángel Treviño, se le llenaba la boca afirmando que México ya competía
en las Ligas Mayores.
Hoy,
que es secretario general de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el
tampiqueño es el monitor más pertinaz de los déficits que registra la economía
de México, con sus decrecientes signos vitales, particularmente en materia de
desarrollo humano.
Por
aquellos días, el salinato -ahora
transexenal- ponía todas los huevos en la canasta de las reformas
estructurales, cuya una de sus palancas sería, según sus publicistas, el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), suscrito contra toda
advertencia sobre las asimetrías económicas entre los tres países firmantes.
A 20 años de aceptado dicho regresivo
y oxidado grillete, les tenemos noticias:
- El TLCAN insertó
compulsivamente a México en el modelo G7-OTAN de corte
bancario-financierista a expensas de la economía productiva. Se estima que
92 por ciento de la propiedad bancaria en México está en manos
extranjeras.
- Con malicia -pero con no
con falta tino- analistas mexicanos aseguran que el Banco de México
(gobernado por un agente del Fondo Monetario Internacional) terminó convertido en la sucursal 13 de la Reserva Federal
(Fed) de los Estados Unidos, que administra un buen porcentaje de la
reserva de divisas (en el Banco de México), con el que se solventan los
fraudes de corporaciones norteamericanas.
· Hace
algunos meses, el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman consideró que se dificulta hacer
una evaluación soberana de la
economía mexicana, por su estrecha
dependencia del comportamiento de la de los Estados Unidos -en crisis-,
a la que se encuentra indexada.
· México
tiene firmados casi medio centenar de Tratados de Libre Comercio, pero su
intercambio sigue encadenado al mercado de los Estados Unidos (más de 90 por
ciento). En 17 de los 20 años de vigencia del TLCAN, la balanza comercial bilateral
reporta un saldo negativo para nuestro país de más de 110 mil millones de de
dólares. Sería de 645 mil millones de dólares, de no ser por la exportación de
petróleo.
- Aun con el maquinado error
de diciembre de 1994, Ernesto Zedillo le entregó a Vicente Fox una
economía ubicada en el noveno sitio a escala mundial. Las más recientes
evaluaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la ubican en la
posición 11, aunque el Banco Mundial la baja a la 14. Una de las
características más acusadas del sistema económico mexicano, son sus
estructuras de la desigualdad en materia de distribución del
ingreso.
- Es del dominio público
que no más de 40 familias detentan en México la parte del león de la
riqueza nacional. Agencias internacionales, en reportes de 2013, atribuyen
a millonarios y multimillonarios “mexicanos” la acumulación de más de 736
mil millones de dólares, equivalentes a más de 40 por ciento del Producto
Bruto Interno (PIB). Recientes reportes sobre los hombres más ricos del
mundo nominan a cuatro mexicanos
en posesión más de 100 mil millones de dólares.
- La deuda pública mexicana
oscila ya en unos siete billones de
pesos. El gobierno se apropia hasta de los fondos de retiro de los
trabajadores. (Más de 50 por ciento de un billón 100 mil millones pesos.
El resto se lo reparten corporativos privados; aun los extranjeros.)
- De una Población
Económicamente Activa (PEA) de más de 50 millones de individuos, 30
millones medran en la economía negra por falta de
empleos formales.
- Según reciente reporte de
la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal/ ONU), 72 millones de compatriotas
carecen de Seguridad Social. Más de 60 millones vegetan entre la pobreza y
la indigencia (miseria).
- El gobierno de Enrique
Peña Nieto instituyó al arranque de su sexenio la Cruzada Nacional
contra el Hambre. En la evaluación de los países de América Latina (2013),
México es el único que registró incremento en los indicadores de pobreza.
- Investigaciones
especializadas informan que entre la población mexicana de 15 a 29 años de edad
suman casi siete millones las personas codificadas como ninis: Ni estudian ni trabajan. Año
con año crece el número de profesionales graduados y posgraduados en
universidades mexicanas que se fugan al extranjero por falta de
oportunidades de empleo aquí.
- Con datos de diversas
instituciones que tienen a cargo la política de vivienda, existen en el
territorio nacional más de cinco millones de casas abandonada por sus
asignatarios o propietarios. Las empresas constructoras e inmobiliarias
más importantes han caído en insolvencia.
- Al poner la
contrarreforma agraria al servicio de la TLCAN, se disparó en México el jornalerismo,
forma de servidumbre a la que han sido sometidos más de seis millones de
campesinos; un alto porcentaje de ejidatarios que no han huido hacia los
Estados Unidos.
- Se calcula que, a partir
de la contrarreforma agraria, 12 millones de hectáreas ejidales y
comunales han pasado a manos de particulares; 2 millones 500 mil en
propiedad.
- El deterioro del ingreso
familiar versus carestía, ha
obligado al mexicano a depender del plástico. Hacia octubre de 2013, la
banca comercial acumulaba cartera vencida por más de 93 mil millones de
pesos, el más alto monto en una década. Sólo en un año se disparó 41 por
ciento. Por crédito al consumo, la cartera vencida en la primavera pasada
alcanzó unos 30 mil millones de pesos, 44 por ciento más que el periodo
anterior.
- La banca de desarrollo
registra en mora de pagos por más de seis mil millones de pesos; arriba de
siete por ciento más que en el periodo previo evaluado.
- La
Bolsa
Mexicana
de Valores reportó pérdidas en su Índice de Precios y Cotizaciones en 2013
de 2.2 por ciento. Las primeras jornadas de 2014 continuaron a la baja.
Son
tales, algunos tenebrosos resultados de la anexión de México a la economía de
los Estados Unidos. La sociedad estadunidense se tercermundiza y la mexicana acompaña a las de las viejas republicas
bananeras de América Central. (Abraham
García Ibarra.)
Lodos de aquellos polvos
Desde
hace al menos una década -aquí lo hemos comentado-, se conoció en México (al
través de consultas de documentos archivados en la Biblioteca de El
Capitolio estadunidense), que, desde 1992-1993, Carlos Salinas de Gortari
negoció secretamente la incorporación del petróleo en el TLCAN, cuestión negada
sistemáticamente por sus colaboradores de entonces.
El Embajador del miedo.
El 26
de octubre de 2010, el periodista de La Jornada, Roberto González Amador,
especialista en asuntos económicos y en esas fecha en la cobertura del Foro México (Toluca, Edomex), consignó
declaraciones del Embajador del miedo John Dimitri Negroponte, en las que éste
afirmó que, en reunión con George Bush padre en San Diego, California, Salinas
de Gortari le planteó: “¿Por qué no permitimos en el TLCAN la
inversión extranjera en el sector energético?”. Según Negroponte,
testigo de esa conversación fue Herminio Blanco Mendoza, del equipo negociador
del Tratado.
En el
Foro México, Negroponte alternó en
un panel con Andrés Rozental, subsecretario de Relaciones Exteriores en el
gabinete de Salinas de Gortari, reportó González Amador.
El ex
diplomático tripula ahora el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales,
preside la Consultoría Rozental
y Asociados -que vende asesoría a empresas trasnacionales-, y aparece como
consejero en el directorio de HSBC. (AGI)
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