¡Y LES HIZO JUSTICIA LA REVOLUCIÓN MEXICANA! Los de la enésima y endogámica generación de criollos que en nombre de la Independencia de México se agandallaron del poder político, en época de austeridad de mentirijillas se alzan con el santo y la limosna.
CUANDO MÁS LA MITAD de los mexicanos (y ya somos 123 millones) subsisten por debajo de la línea de bienestar, la casta dorada de la tecnoburocracia, la de cuello blanco y no pocos de toga, cumple con la máxima de que “el que reparte y comparte, se queda con la mayor parte”.
Es que el puente Guadalupe-Reyes, ya ve usted, implica desembolsos extraordinarios y, si se viaja al extranjero con familias “legitimas” o “de temporal” para satisfacer placeres vicarios, con más razón.
La falacia del Presupuesto de Egresos en base cero, deja en ídem no pocas partidas para la política social y con marcado castigo el renglón de inversión productiva, pero no toca ni con el pétalo de un porcentaje los privilegios de los usufructuarios del burococo. Todo lo contrario.
Pronto veremos, si no es que ya estamos viendo, ante ventanillas y en las banquetas de las piadosas instituciones prestamistas legiones desesperadas por la inopia empeñando hasta su alma, pero los altos mandos de la burocracia pública tendrán, en sus cuentas bancarias, sobrados saldos que hacen olvidar al bardo aquel que decía: Nadie tiene derecho a lo superfluo, mientras alguien carezca de lo necesario.
De aguinaldos se trata: De medio millón de pesos para arriba. Secretarios encargados de despacho, ministros y magistrados, comisionados y consejeros de órganos autónomos, dependencias descentralizadas, etcétera.
Por supuesto, los que se encargan de administrar el sufragio efectivo, en efectivo harán saber de cómo se hizo de mulas Pedro, aquél de la leyenda que nunca supo de qué se trata la cleptocracia tecnocratizada.
Y la máquina de la deuda pita y pita
 ¿De dónde saca la Secretaría de Hacienda recursos para financiar el monstruoso despilfarro, si en cada nuevo presupuesto anual el santo y seña es el déficit público? No necesariamente de la Casa de la Moneda, tan modernizada.
No hay que ir a Roma por la respuesta. Nuestro mentor en despiadadas en grado de sanguinarias políticas de choque, el Fondo Monetario Internacional (FMI), nos la da: Cuando concluya el ejercicio fiscal de 2015, el monto de la deuda pública total acumulará la linda suma de 9 billones 380 mil millones de pesos.
“Nivel sin precedente”, dice el FMI, que precisa que esa suma absoluta equivale en números relativos a 51.9 por ciento del valor de bienes y servicios producidos por la economía nacional: Un 15 por ciento por encima del nivel aconsejable a todo Estado por los organismos financieros de los que México es parte. El dato no incluye la deuda externa del sector privado.
El petróleo sigue sin tocar fondo. A mediados de noviembre, la mezcla mexicana hizo escala en los 33 dólares-barril de crudo, y el peso acumuló una devaluación anual de 23.8 por ciento respecto del dólar, de cuyas reservas el Banco de México ha entregado ya 20 mil millones de billetes verdes a los especuladores.
Y eso que tenemos -a falta de ordeña de los yacimientos petroleros- exquisitas reformas “transformadoras”. Sólo que sea porque los alquimistas totonacas encontraron la fórmula para transformar el oro en cobre.
¿Cómo se salvaría la República?
“La República será salvada, no por los hombres acostumbrados a gobernarla en forma despótica, sino por los hombres que no hayan manchado sus conciencias cometiendo atentados contra la ley”.
Esa ilusoria esperanza está contenida en las proclamas antirreeleccionistas de iluminados poblanos, entre los que destacaron los hermanos Serdán, asesinados arteramente el 18 de noviembre de 1910.
Ese día, en el 105 aniversario luctuoso de los hermanos Serdán, el gobernador de Puebla y aspirante a la presidencia de México, Rafael Moreno Valle, dejó de lado la memoria de los mártires.
En cambio, para satisfacer el servicio al duopolio televisivo -dueño del espectáculo futbolero-, Moreno Valle cedió la fecha a la rumbosa reinauguración de una costosa remodelación de un estadio local, para que los de la desteñida “franja” hagan las delicias pedestres a sus ofendidos y humillados paisanos, si son indígenas, con mayor saña, tope en la memoria de los zacapoaxtlas, piezas de folclor cada 5 de mayo.
Memoria del reyezuelo negro
 Noviembre, mes que el santoral republicano consagraba a la Revolución mexicana. Ya no. De los porfiristas, don Manuel Gómez Morín hacía la crítica de su internacionalismo de pastiche y decía:
“Política igual a la del reyezuelo negro que abre las fronteras de su tribu a los delegados de un poder extranjero, les entrega su marfil y sus plumas, y viste desde entonces, sobre el cuerpo desnudo, un frac de opereta, encantado de sus grandes y poderosos nuevos amigos, creyéndose su protector y concibiendo la idea de ser ya el ombligo del mundo, el más fuerte, el más rico… el más bello”.
Durante la tercera semana de noviembre, en Manila, Filipinas, se encontraron los dignatarios de uno de los clubes de los ricos, algunos no tanto: El G-20.
En aquel país de miserables, algunos periodistas del Primer Mundo se aventaron la cruel ocurrencia de encontrar el “líder más guapo” en el evento. Se llevó el título el nuevo Primer Ministro de Canadá, el junior Justin Trudeau. Le pisó los talones el mexicano Enrique Peña Nieto. Éste se quedó con la medalla de plata.
Que ya viene el Papa, que ya
La Constitución de 1917, producto de la Revolución mexicana, confirmó del mexicano su calidad de Estado laico. Pero la Secretaría de Estado de la Santa Sede (¿cede la Santa?), dio por hecho la visita del papa Francisco a México en 2016. Se alborotó la bitachera para disputar las indulgencias plenarias.
Algo sabe el Papa que vino del sur, y un pontífice católico sabe mucho, de la condición de los indígenas mexicanos. De su itinerario se adelantó que eventualmente ocuparía su agenda con su presencia en Chiapas y Michoacán.
¿Qué inspira esa elección del Papa jesuita? ¿Acaso la memoria y sus relaciones a la Corte de España, del tatic Fray Bartolomé de las Casas y del Tata Vasco de Quiroga? Bienvenido Francisco, dicho por un jacobino trasnochado.
Alberto Bailleres, ¿Imitación de don Belisario?
 A propósito de Chiapas, oriundo de aquellos lares fue el humanista don Belisario Domínguez, por cuyo Yo acuso -y a quien el Senado le negó la tribuna para que pronunciara su discurso- el porfiriato mandó cortarle la lengua.
En su nombre y martirologio se instituyó la Medalla Belisario Domínguez, para reconocer a hombres de mérito por sus servicios a la Patria. El Senado se la otorgó en su nueva edición al magnate Alberto Bailleres, patrono del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM, alma mater de los itamitas), cuyos egresados, con cuatro incorporados a la Administración Pública por Carlos Salinas de Gortari, empezaron el asalto para desmantelar el Estado benefactor mexicano.
El ITAM tiene un pacto no escrito de intercambio “académico” con la Universidad de Yale, donde conspira la secta Huesos y Calaveras, a la que pertenecen conspicuos miembros de la familia Bush, que han sido directores de la CIA o huéspedes de la Casa Blanca.
Al correr del tiempo, la leyenda negra contará que don Alberto Bailleres, al arrancar el siglo XX, ocupó y depredó dos millones 261 mil 196 hectáreas de territorio mexicano en concesiones mineras que le permitieron elevar su fortuna de mil 200 millones a 18 mil millones de dólares con puros servicios a la Patria.
El mangoneador priista del Senado, Emilio Gamboa Patrón, se dijo profundamente orgulloso por la elección de don Alberto para la Belisario. Y cómo no lo va estar el yucateco: Alberto, dicen los germánicos, es contracción de Adalberto, que significa el que brilla por su nobleza. (Je je je).
Ya jugamos en las Ligas Mayores
Mes de la Revolución mexicana. “México es ya un actor global y su participación en foros internacionales como el G-20 y de Cooperación Económica Asia-Pacífico, lo proyecta como un país moderno, vigoroso, que asume su responsabilidad mundial”.
Fue la conclusión que nos anunció Enrique Peña Nieto al regresar de Manila. El gobierno mexicano, añadió, entiende que el desarrollo interno y el de su sociedad, deriva de la relación con otras naciones. “Esto lo demuestra el hecho de que 63 por ciento de la riqueza nacional se genera en el comercio internacional”.
¿Qué escribió Gómez Morín sobre el reyezuelo negro?
Mes de la Revolución mexicana. El tricolor partido, Revolucionario que fue, pasó el 20 de noviembre celebrando que ya fueron desterrados mitos y dogmas independentistas y libertarios y, con ellos, la monserga de la Justicia Social, que tanto daño hicieron a México. Todo a causa de los malditos populistas. Es cuanto.
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