LOS VIAJEROS nacionales/internacionales, sobre todo artistas famosos, políticos, jettsetters plurales, etcétera, como Bruce Willis, Camerón Díaz, Paul McCartney, Penélope Cruz, Michelle Obama, Thalia, entre otros, presumen –y con razón-- que han tenido varias oportunidades de estar en este hermoso destino mexicano.
 HONESTAMENTE, aquí las experiencias son memorables. Todo lo que vi –hasta el cambio de color de habitaciones y villas, de color arena a gris-- es moderno contemporáneo, brindando entornos especiales para todos los personal travelers que aman la elegancia del resort y las villas, que también han adquirido (por fracciones) algunos stars de Hollywood.
Freddie Helfon me presentó a George Girvin, célebre arquitecto/paisajista que diseño los resorts Palmilla y El Chileno, además de la famosa interiorista Marie Alice Palmer (léase: HKS Architects). Por ende, si ustedes recorren todo el resort, constatarán que la creatividad de la nueva imagen de Esperanza va a acorde con los tonos neutros/arenosos.
Por otro lado, los muebles fueron tallados por artesanos mexicanos. La anécdota que prevalece, entre muchas, es cuando Paul McCartney mostró lo bien que se la estaba pasando en Esperanza.
 Una de las noches, Paul, pidió que le facilitaran una guitarra y se pudo a cantar en el bar sorprendiendo a cada uno de los encontraban en este lugar. Un microconcierto de el ex beatle que dejó para la historia del Esperanza.
Continuando con ustedes que gustan de disfrutar de los espacios de suites, habitaciones, villas, Spa y gimnasios de singularidad única, pueden continuar gozando amenidades preparadas por mexicanos (me refiero a perfumes, jabones, cremas), sumando sus insuperables menús en los diversos espacios del resort.
 El chef argentino Guillermo Gómez prepara platillos de antología, y no le va a la zaga, Christian Moya, que muestra también sus dones como master tequilier. Entre los eventos que ofrece el dream staff menciono el Tequila Testing, cenas en la playa, bodas exclusivas, y deportes que se realizan fuera de las instalaciones como el golf, avistamiento de ballenas, hayaking o bien visitas al Pueblo de todos los Santos o a la misma ciudad de Los Cabos o también a San José de los Cabos, donde abundan excelentes restaurantes.
 Otro aspecto vital es degustar vinos y probar los platillos del Pesca, en el Ceviche Bar, recorridos por el Jardín del Agave Azul, Lounge Bar, taco Bar, La Palapa, o bien acudir al Press Center y meterse de lleno al trabajo o al mundillo de las redes sociales y disfrutar también sándwiches, tortas, cafés, jugos, etcétera. Desde el Lounge Bar se pueden imprimir excelentes fotografías (y en varias de ellas, ubica uno el emblemático Arco de Cabo San Lucas). Por otro lado, en La Palapa que está ubicada en el Club Privado de las Residencias, uno disfruta menús informales al aire libre (allí vi todo lo relacionado al Super Bowl) y vistas maravillosas del Mar de Cortés. Y hasta la próxima, ¡abur!
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