DEL PEMEXGATE AL OCEANGATE
López Portillo no se equivocó:
México, República
de cínicos ABRAHÁM GARCÍA IBARRA
Hemos heredado un patrimonio ideológico y moral que debemos conservar y acrecentar.
Adolfo López Mateos
AUNA EL ATENIENSE PERICLES (casi 500 años antes de Cristo), reputado entre algunos politólogos
contemporáneos como Padre de la
democracia, terminó su fama imputado de corrupción por sus malquerientes de
la época.
Frívola paraja presidencial.
De lo que sigue que -para
circunscribirnos a la política- nada surge por generación espontánea. Sólo que,
citando a Marshall McLuhan: Para los
ciegos, todas cosas son súbitas. Otro clásico había dicho mucho antes: Tienen ojos y no quieren ver…
El modelo hamiltoniano
Primer cuadrante:
Alexander Hamilton fue, con el presidente George Washington, el primer
secretario del Tesoro de los Estados Unidos, ejecutante del “terror federalista-centralista”, inventor
del dólar (“En dios confiamos”) y
creador del primer banco en la nueva Federación. Fue pionero del antipopulismo.
Hamilton fincó la
economía privada de EU privilegiando el reconocimiento-pago de los inmorales
pero bien atesorados y cotizados bonos de la guerra (de Independencia) a costa,
dicen algunos de sus biógrafos, de los cadáveres podridos, de la sangre y
mutilación de los heridos, del luto de las viudas y del hambre de los
huérfanos.
“Lo harán más radicalmente que nosotros”
Primer cuadrante bis:
Estamos a casi un siglo de que el secretario de Estado (USA) Richard Lansing
hizo llegar un mensaje al Salón Oval de la Casa Blanca: “México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta
con controlar a un solo hombre. (El Presidente de la República.)
“Debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo por educarlos
en nuestros valores y el liderazgo
de los Estados Unidos (…) Sin
necesidad de gastar un centavo y disparar un tiro, harán lo que queremos y lo
harán mejor y más radicalmente que
nosotros”.
Especialmente a
partir de la década de los 60s. del siglo pasado, los jóvenes mexicanos
ambiciosos empezaron a abrevar en Harvard, Yale, Chicago, Stanford… y fueron
educados en los “valores” hamiltonianos, recalentados por
Milton Friedman y secuaces.
Reyes Heroles: ¡Cuidado con la tecnocracia!
Segundo cuadrante:
Desde su respetable y respetado liderazgo en el PRI, don Jesús Reyes Heroles
previno a los mexicanos -a principio de los 70s.- contra la tecnocracia como
pretendido poder político, intuyendo desde entonces la reproducción de Los
Científicos, postulantes y exegetas de la dictadura “regeneradora”. La de
don Porfirio.
José López Portillo tuvo
dos lances contradictorios; el segundo, macabro: Nombró a Reyes Heroles,
teórico e ideólogo del Liberalismo Social, como secretario de Gobernación, y
fermentó en Palacio Nacional la placenta de la tecnoburocracia en la nueva Secretaría de Programación y
Presupuesto (SPP).
Desde la SPP, los
fundamentalistas del neoliberalismo, robotizados en las universidades
estadunidenses, emprendieron su feroz ofensiva contra la clase política y se
proclamaron nueva clase. Fue en ese
marco emponzoñado en que el filósofo López Portillo lanzó a la rosa de los vientos su profecía: México
se encamina a ser un país de cínicos.
Gobierno por empresarios y para empresarios
El panista Vicente
Fox Quesada -nutrido con CC, visitante de Harvard y más tarde
adicto al Prozac- definió su gobierno como un gobierno de los empresarios, por los
empresarios y para los empresarios. La consagración sacramental y
patente de inmunidad a los nuevos Cresos.
En su libro de
investigación Camisas Azules Manos negras/ El saqueo de Pemex desde Los Pinos, la heroica y perseguida colega
Ana Lilia Pérez Mendoza relata una entrevista con el empresario privado,
nombrado por Fox director de Pemex Exploración y Producción, Luis Ramírez
Corzo. Éste le confiesa a la periodista que quien manda en la paraestatal es Marta Sahagún Jiménez, ya para
entonces segunda mujer de Fox. Al tiempo, Ramírez Corzo pasaría a la dirección
general de Pemex. Vuelto a su querencia, actualmente puja por su rebanada de la
reforma energética.
Hacia mediados de
julio de 2005, Fox expectoró contra las senadoras priistas Yolanda González y
Martha Tamayo, y la diputada perredista Malú
Micher: Las eligió la ciudadanía para
que trabajen por México. No para que estuvieran perdiendo el tiempo y engañando
a la gente. A las tres les digo que se dediquen a hacer lo que tienen que
hacer, por lo que se les paga, para lo que fueron electas. Se les va en pura
perdedera de tiempo. Es que las legisladoras se habían interesado por el
estado de salud del huésped de Los Pinos. Les contestó el vocero Rubén Aguilar:
El Presidente goza de cabal salud.
(Después lo desmentiría la Sacra Rota
Romana.)
El ínclito Pablo Gómez Álvarez
Nos quedamos con el
nombre de Malú Micher, hoy nuevamente diputada por el PRD. Para 2004, ya era
pública, ostensiblemente notoria la corrupción del “Primer Gobierno Democrático
de la Historia de México”. (Fox dixit.)
Entonces, la Cámara
de Diputados de la LIX Legislatura federal nombró una comisión especial para la
investigación de las transas de los hijos de la “señora Marta”, los chiquillos
Bribiesca-Sahagún (Manuel y Jorge Alberto), identificados como propietarios de
Construcciones Prácticas, SA. de CV, favorecida con licitaciones-donaciones del
Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB/ engendro del putrefacto
Fobaproba). Para la presidencia de esa comisión, se designó a Malú Micher.
Conforme avanzaban
las pesquisas, Micher fue sometida a un férreo espionaje en el propio Palacio
Legislativo de San Lázaro. Súbita y abruptamente, el presidente de la Junta de
Coordinación Política, el también perredista Pablo Gómez Álvarez, avisó a su correligionaria, sin explicación
alguna, que se bajaban las cortinas de dicha comisión. Que entregara los
expedientes respectivos. (Dicho sea de paso, en diciembre de 2005, Gómez
Álvarez sumó a la bancada amarilla a la unanimidad con que la Cámara aprobó la Ley
Televisa.)
A los chiquillos Bribiesca, ni con el pétalo de una
foja
Ahora, Micher (quien
tiene como compañero entre curules al diputado panalero Fernando Sahagun Bribiesca), encuentra la explicación no dada por Gómez
Álvarez: Se empezaban a atar cabos entre Construcciones Prácticas y Oceanografía, presentada esta naviera contratista
como una de las proveedoras favoritas de Pemex, en donde, a decir del citado
Ramírez Corzo, mandaba Marta Sahagún.
El chiquillo Manolo con su amorosa madre.
A propósito, en
aquel tiempo era director de Pemex Refinación el panista Juan Bueno Torio,
blanca paloma hoy también compañero de Cámara de Micher, desde donde aspira
ahora mismo a la gobernación de Veracruz. ¡Qué tal!
Por esas cosas tan
absurdas de la vida parlamentaria, la comisión fue restituida y encargada al
diputado Jesús González Schmal. Cuando el nuevo presidente buceaba profundo en
el tremedal, la legislatura llega su fin y la investigación pareció perderse en
la noche de los tiempos después de que, afirmó recientemente González Schmal,
Fox ordenó que no se ejerciera acción penal contra los chiquillos imputados.
Lodos de aquellos polvos
¡Hete ahí! que la
etérea Secretaría de la Función Pública, mientras que la Auditoría Superior de
la Federación (Comisión de Vigilancia/ Cámara de Diputados) remueve el fango
dejado por el panista Felipe Calderón -el de la reforma energética 2008-,
pincha y saca pus, dictando multa e inhabilitación contra Oceanografía. (106
contratos de Pemex os contemplan de 2000 a 2012.)
Sólo hasta entonces
la doble cloaca es abierta aquí por la Procuraduría General de la República y
en los Estados Unidos por la Comisión de Bolsas y Valores (SEC).
Alexander Hamilton.
Es que ¡Señoras y
señores! Oceanografía chamaqueó ¿chamaqueó?
en México a Banamex, y, en USA, Banamex es una agencia del poderoso Citigroup. Este corporativo denunció en
Estados Unidos a Oceanografía por fraude calculado en 585 millones de dólares. En
otra vertiente, la SEC estadunidense va sobre Citigroup por sospechas de lavado
de dinero.
El chief Arrigunaga
Gómez del Campo
En nuestra globalizada postmodernidad, chief exejutive officer es CEO, santo y
seña de los nuevos amos y señores de México. Javier Arrigunaga Gómez del Campo (Universidad
de Columbia) es CEO del Grupo Financiero Banamex y miembro del comité
operativo de Citi. Desde esta plataforma alcanzó la presidencia de la
Asociación de Bancos de México, que hace 20 años suplió a la Asociación de
Banqueros de México, fundada en 1928. Pero para llegar a esta cima, don Javier
tuvo que pasar antes por secretaría ejecutiva del Fobaproba/IPAB y la embajada
de México en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE), regenteada actualmente por el ex secretario de Relaciones Exteriores y
de Hacienda (1994-2000), José Ángel Gurría Treviño, identificado por los mexicanos como Ángel
de la dependencia.
Hasta aquí, lo
escrito es apenas una pálida y casi jocosa estampa de la picaresca mexicana
para divertir a las galerías. Vicente Fox se dice ¡confundido! por el enésimo
escándalo que salpica a su familia.
La verdadera
historia está por contarse o, ya contada, recuperarse para saber si hoy México
es o no país de cínicos. Arriba el telón:
La Carta de Navegación
1983)
Miguel de la Madrid formaliza la creación del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (Inegi) que servirá, entre otras cosas, para contar a
los nuevos pobres. Se le da la dirección al visionario itamita Pedro Aspe
Armella, quien siete años después operaría la privatización del sistema de
banca y crédito, jurando que la banca sería
mexicana, administrada por mexicanos y para beneficio de los mexicanos. De
lengua me como un plato.
1987)
La primera oportunidad para lograr el más sombrío retrato estadístico de México
la tiene el Inegi después del devastador crack
de la Bolsa Mexicana de Valores (36 billones de pesos “de aquellos”
carranciados a los inversionistas) en octubre, dos semanas después
del destape de Carlos Salinas de Gortari como candidato del PRI a la
presidencia. Hay suicidios de los estafados y desclasados, pero no hay
culpables.
1990)
Carlos Salinas de Gortari crea, obviamente con recursos del Estado mexicano
-del que tanto abomina-, el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Socarronamente se le denomina Fondo de
contingencia.
1994)
En la inauguración de la presidencia suplente de Ernesto Zedillo Ponce de León
se hace estallar el maquinado Error de
diciembre de 1994 (made in Nueva
York), que cae como anillo al dedo a Bill Clinton para salvar a Zedillo a
cambio del embargo de la factura petrolera, apenas un modesto anticipo a la
escrituración total de la industria. A bote pronto, según relevó Zedillo, los
mexicanos tuvieron que cargar con un costo de 72 mil millones de dólares por
ese cataclismo.
1997-1998) Zedillo promueve el cambio de Fobaproa a Instituto de Protección al
Ahorro Bancario (IPAB). En la Cámara de Diputados y espacios académicos y
periodísticos se cuestiona, sin éxito, la constitucionalidad de esa iniciativa.
Desde la gobernación de Guanajuato y desde la jefatura nacional del PAN,
Vicente Fox y Felipe Calderón, respectivamente, respaldan la masacre
legislativa. El perverso objetivo es convertir deuda contingente en deuda pública. Esto es, un costo a
cargo de los contribuyentes; los cautivos de siempre.
El primer secretario
ejecutivo del putrefacto ente, fue Javier Arrigunaga Gómez del Campo. Para
entonces, los especialistas perciben que las pestilentes entrañas de ese
monstruo son embarazadas con chatarra financiera originada en la
privatización del sistema de banca y crédito, impulsada por Salinas de Gortari,
y los subsiguientes rescates de los técnica y moralmente aptos banqueros.
Los pasivos de ese barril sin fondo se estiman en
1997 en unos 552 mil millones de pesos; equivalente a 40 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB). En la década siguiente, el IPAB absorbe un
promedio anual de 10 por ciento del PIB, recursos que le asigna la Comisión de
Presupuesto de la Cámara de Diputados. Y contando… ¿Qué tanto es un billón de pesos?)
2000)
Llegado de Guanajuato, con toda su parentela en convoy, asume la Presidencia de
México Vicente Fox. Antes de arribar a la gobernación de Guanajuato, Fox había
sido activista de El Barzón para escurrirse de los acreedores bancarios que
acosaban a su familia. Fue integrante del “gabinete alternativo” del ex
candidato presidencial del PAN, Manuel de Jesús El Maquío Clouthier del
Rincón, muerto 14 meses después de esa aventura política.
Entre los eventos más
chocarreros urdidos por Fox, se registra la presentación de El
Águila mocha como escudo del Poder Ejecutivo, seguramente una
subconsciente celebración de la guerra de rapiña de los Estados Unidos contra
México, que hasta el entonces representante ante El Capitolio, Abraham Lincoln,
condenó.
2000 y en adelante) El auditor canadiense Michael Mackey y su estaff ya han sacado a balcón toda la mugre acumulada
por el Fobaproa-IPAB con pelos y señales irrebatibles. Por supuesto, nada pasa.
En 2005, la Auditoría Superior de la Federación hace la radiografía contable de
la primera década del insaciable engendro. En 2005, Los Pinos de Fox interpone
ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación controversia constitucional
contra la Cámara de Diputados y la Auditoría Superior de la Federación: A mi nadie me va a fiscalizar. No pasa
nada.
2001)
En mayo, el gobierno de Fox facilita el trasiego de Banamex al estadunidense
Citigroup, una operación valuada en 12
mil 500 millones de dólares, exenta de impuestos en México, concertacesión calculada en más de 36 mil millones de pesos en pérdidas para
el fisco mexicano. El “dueño” de Banamex era entonces el naranjero veracruzano Roberto Hernández
Ramírez, ex compañero de banca de Fox en la Universidad Iberoamericana.
Sancionó la
transferencia, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz,
reclutado por Fox -por pura casualidad- del directorio de Banamex-Accival en
1999. Al terminar su encargo en Hacienda, Gil Díaz apareció en el directorio
del HSBC, banco éste no hace mucho indiciado en los Estados Unidos por lavado
de dinero. Ahora, uno de sus hijos afila garras para hincarlas en el botín
petrolero.
2009)
En el salvataje de Barack Obama a los banqueros que provocaron la crisis
financiera mundial de 2008, el Tesoro de los Estados Unidos se apañó un paquete
accionario de Citigroup, propietario de Banamex. ¿Un gobierno extranjero puede ser socio-accionista de un banco
“mexicano”? No, dice la ley. “No la hagan de tos”, declaró el secretario de
Hacienda y hoy gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Cartens,
escudero aquí de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos.
2014)
La noche quedó atrás/ pero me envuelve/
negra como un abismo entre ambos polos… Fox echó de Los Pinos a las tepocatas y víboras prietas del PRI,
asumiéndose como cruzado contra la corrupción. Su primer recurso para potenciar
su rating televisivo fue el Pemexgate.
Hoy lo arrastra el Oceangate.
Más de dos siglos
después, la fúnebre sinfonía hamiltoniana se sigue ejecutando en el México, República
de cínicos. Que los muertos entierren a sus muertos; que el luto amargue
la vida de las viudas y que los huérfanos sigan extendiendo sus famélicos
brazos en ansioso pedido de pan. Para eso hay una Cruzada Nacional contra el
Hambre. ¿Y la Comisión Nacional Anticorrupción? Que quede en una fiscalía… y
todos tan contentos.
Así hablaba Tartufox
- Ceñiré
mi conducta pública y privada de modo que mis acciones y mis palabras sean
honestas y dignas de credibilidad, fomentando una cultura de confianza y
de verdad.
- Nunca
usaré el cargo público para ganancia personal, ni aceptaré prestación o
compensación de ninguna persona u organización que me pueda llevar a
actuar con falta de ética en mis responsabilidades y obligaciones.
- Ejerceré
mis actos en forma imparcial, sin conceder beneficios o privilegios a
persona alguna.
- Sensibilidad
y solidaridad, particularmente con los chiquillos, personas de la tercera edad, indígenas y
discapacitados… (1-XII-2000).
Memoria del decretazo
Lo que se dio como
expresión de arrogancia fáctica en la competencia empresarial, en las cabañitas
de Los Pinos se convirtió en dogma: Lo
que no está en las pantallas de televisión, no existe.
Por eso, Fox es un
delirante del rating. “Quiero rating; demen rating”, vociferaba contra los productores de Fox contigo. Y los medios
electrónicos se lo daban incesantemente.
Recíproca, el 10 de
octubre de 2002, cuando en el Senado se revisaba la Ley Federal de Radio,
Televisión y Cinematografía, en la comida anual de la Cámara correspondiente,
la “Pareja presidencial” le dio en
obsequio el llamado decretazo, publicado
en edición especial por el Diario Oficial de la Federación,
consistente en dos acuerdos discrecionales. El más sustancioso, el que revisó
el reglamento de dicha legislación por el que se quitó al Estado el 12.5 por
ciento de tiempo aire en los medios electrónicos, que representaba el pago
fiscal en especie, para dejarlo en sólo 1.5 por ciento. Se instituyó desde
entonces la subcultura del spot.
En las pantallas,
por supuesto, existía lo que en Los Pinos querían que existiera. Por ejemplo,
el afamado montaje matinal de diciembre de 2005, en el contexto de la sucesión
presidencial, sobre la detención de la francesa Florence Cassez en el rancho Las Chinitas, producido por el entonces
director de la AFI-PGR, el célebre Genaro García Luna.
Después de liberada
Cassez en 2013, el jefe de información de Primero Noticias/Televisa, Juan
Manuel Magaña reveló que ese espectáculo fue ordenado por Marta Sahagún, para
distraer la atención del público, concentrada ya en los pillajes de sus hijos,
colocados en la mira de la Cámara de Diputados.
Muerto el rey, viva
el rey: Lo que antes no existía, ha empezado a existir.
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