Parafraseando a los clásicos decimonónicos: Un fantasma recorre el mundo…globalizado: El fantasma de los 43 de Ayotzinapa.
Las siempre esperanzadas abuelas solían decir: Año de nones, año de dones. Pretendían exorcizar el año de males. Mexicanos en los mercados globales, ¡escuchad!:
- En la segunda semana de diciembre de 2014 -año de la eficacia-, inversionistas en papeles de deuda del gobierno federal retiraron capitales por un monto de 50 mil 866 millones de pesos. Y contando…
- En las dos primeras jornadas de 2015 -año de Morelos, el siervo de la Nación que plasmó sus Sentimientos en pergamino que los tecnócratas mexicanos abominan recordar-, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores perdió más de dos mil puntos.
- Para la primera semana de enero, la cotización de la mezcla mexicana de crudo rompió el piso de 40 dólares por barril, después de haber iniciado 2014 por encima de 100 dólares.
- El naufragante peso mexicano dio el 6 de enero 15.24 por dólar. (Obviamente, si olvidamos aquellos tres ceros que de un plumazo borró Carlos Salinas de Gortari.)
- La Asociación Mexicana para un Comercio Justo advierte que el mercado interno permanecerá deprimido en 2015 porque, con el reciente magro incremento a los salarios mínimos, los consumidores acumulan 30 años de pérdida de 70 por ciento del poder adquisitivo del salario, que no alcanza ni para adquirir la Canasta Básica Alimentaria.
- Las pías casas de empeño son asediadas por miles de jefes de familia que no encuentran mejor modo de trepar la cuesta de enero que ha incorporado a los usos y costumbres el eterno suplicio de Sísifo: El de la piedra rodante.
- Apenas unos cuantos tópicos de la agenda del horror. ¡Feliz y próspero año nuevo! compatriotas globalizados.
Olvidado el santoral republicano que nos recuerda el centenario de la promulgación por Venustiano Carranza de la primera Ley Agraria revolucionaria, el 6 de enero Enrique Peña Nieto fue a la Casa Blanca a encontrarse con Barack Obama. (Al día siguiente recuperó la memoria en Veracruz.)
Desde Washington, se nos informa que el embajador de México en los Estados Unidos, Eduardo Medina Mora estuvo insistiendo en 2014 en esa reunión bilateral. Finalmente, ésta se agendó para este mes, pero la Casa Blanca le negó el rango de visita de Estado y la limitó a una “visita oficial”. Con independencia de los resultados del encuentro*, lo tomamos como marco para acometer este primer tema de 2015.
La amenaza de la bomba nuclear
El contexto se da entre décadas: A punto de terminar el ciclo de gobiernos posrevolucionarios, cuando la Ciudad de México se enrumbaba hacia la macrocefalia, algún mando de gobierno de Washington -de esos que sueltan la lengua sin pedirle permiso al cerebro- declaró que el problema del Distrito Federal (sería el de la polución) era fácil de resolver: Con una bomba de megatones.
Entonces, la perversa ocurrencia se tomó como una broma macabra y, como tal, se le quiso pasar por inadvertida. En los primeros meses de 2014, los servicios de Global Research -de cuyos temas Voces del Periodistahace reproducción editorial-, con crédito a Bill Van Auken, publicó una investigación bajo el rubro Gaza, Ucrania y los preparativos de los Estados Unidos para la guerra urbana.
La fuente de ese trabajo de investigación -ahora lo confirmamos- es un manual elaborado por el Estado Mayor del Ejército (USA) / Grupo de Estudios Estratégicos, denominado “Megaciudades y el Ejército de los Estados Unidos: Preparación para un futuro complejo e incierto”.
Entre una veintena de ciudades del mundo con potencial de conflicto urbano, aquel manual incluye la Ciudad de México. El cuestionamiento que se plantea en ese documento es si las Fuerzas Armadas norteamericanas están preparadas para responder a “la invitación” de gobiernos nacionales para resolver una crisis en sus megaciudades.
Las abismales desigualdades socioeconómicas
En mérito de los estrategas que prepararon ese manual de intervención, debe decirse que reconocen que la crisis urbana tendría como causas no sólo la creciente densidad poblacional, sino las abismales desigualdades socioeconómicas, cuestión que -dicho sea de paso- la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal/ONU) ha analizado en los países de la región, colocando a México como campeón en la inequitativa distribución de la riqueza nacional.
El tema nos da para una retrospectiva: Sólo para ilustrar la referencia, anotemos que el presidente Luis Echeverría (1970-1976) se propuso dar un salto de calidad del modelo económico estabilizador a uno de desarrollo compartido.
Complot contra México
En ese periodo se hace visible ya el espectro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. Éste órgano tuvo entre sus agentes (1957-1968) a Philip Burnett Franklin Agee, quien escribió para efectos de Seguridad Nacional sobre la crítica situación de varios países latinoamericanos, entre ellos México.
Bajo el impacto de la masacre de Tlatelolco (1968), según la tipificó, Agee empezó a pensar en su renuncia a la CIA. Más tarde, desde su retiro, denunció las salvajes prácticas de la Agencia en países eufemísticamente considerados aliados de los Estados Unidos. Peor, en los que no entraban en ese rango. George H.W. Bush, quien fue director de la central, acusó a Agee de traición a la patria. Murió en 2008 refugiado en Cuba.
Desde antes de su separación de la CIA, Agee fue rastreado y consultado por John Barron, quien en una temporada estuvo basado por el Servicio de Inteligencia Naval (USA) en Berlín. Especializado en espionaje, se convirtió en fervoroso publicistas de la Guerra Fría. Obviamente, desde su tronera anticomunista.
Echeverría asumió el poder cuando -con la Alianza para el Progreso- el presidente John F. Kennedy había mudado ya la diplomacia de “puro palo” a la de “pan y palo”. Codificado como populista en el interior, Echeverría fue marbetado como “socialista”, “comunista”, “totalitario”, según el código de los asesores de la Casa Blanca.
A unos cuantos meses de iniciado el mandato de Echeverría (por cierto señalado por el sospechosismo como agente encubierto de la CIA desde que despachó como secretario de Gobernación), el espía John Barron fue contratado por la editorial Selecciones del Reader’s Digest, para que escribiera la historieta Complot contra México, puesta en circulación aquí en 1971. Sólo un signo argumental: La acción invasiva de “Rusia” (por Unión Soviética) en los asuntos internos de México.
El panfleto abrió mercado a una literatura intimidante en territorio norteamericano con reproducción en México. Por simple asociación, mencionamos México en la encrucijada, con crédito al también ex agente de la CIA Daniel James, impulsor del México-United States Studies (MUSI), al que estuvieron afiliados algunos panistas, entre ellos Alejandro Gurza Obregón.
La CIA en México
Fue, ese, uno de los momentos que capturaron la aguda atención del maestro Manuel Buendía Téllezgirón quien, primero desde sus columnas en El Díay después en Excélsior, aplicó su sagacidad periodística para poner en cartelera la base de la CIA en nuestro país y la identidad de sus agentes. Sus temas pasaron a formato de libro bajo el título La CIA en México.
De hecho, desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial, los aparatos de espionaje estadunidenses pusieron la lupa sobre México.
Ruiz Cortines: Los agravios nos vienen del norte
Cuéntase que, estando en la Secretaría de Gobernación, don Adolfo Ruiz Cortines fue visitado por emisarios del entonces presidente del PRI, general Adolfo Sánchez Taboada, para que hiciera una declaración expresa de proscripción del Partido Comunista Mexicano. Respuesta: Los soviets no nos han infligido ningún agravio. Los agravios nos vienen de allá; contra ellos hay que tener la guardia en alto, diría don Adolfo, extendiendo su brazo direccional hacia el norte de México.
Ya en la presidencia José López Portillo y encendido el espejismo petrolero, previo a la llegada de Ronald Reagan al Salón Oval de la Casa Blanca, el Grupo de Santa Fe, tanque pensante de calidad, elaboró una serie de estudios conocidos como Documentos de Santa Fe, compendio para regir la diplomacia estadunidense. En cuanto a México, la carta de navegación tuvo como cuadrante el potencial petrolero.
Estudiosos de Relaciones Internacionales coinciden en que los Documentos de Santa Fe, que inspiraron la Revolución conservadora de Reagan y la británica Margaret Thatcher,fueron recalentados y reciclados como Consenso de Washington.
Por supuesto, el tal Consenso prescribió el recetario para la compulsiva exportación del neoliberalismo y, por lo que corresponde a América Latina, la recolonización con la mira puesta en los recursos naturales; los energéticos, en primer lugar.
Humillar el orgullo de México
Entre la segunda mitad del sexenio de López Portillo y los primeros años del doble mandato de Reagan, en medio de la perpetua guerra en América Central, se produjo el triunfo de la Revolución sandinista en Nicaragua.
En fiel congruencia con la solidaridad de México con la Revolución cubana desde el gobierno de Adolfo López Mateos, el de López Portillo declaró su simpatía a la victoria sandinista. Miguel de la Madrid sostuvo esa línea e impulsó el Grupo Contadora para la pacificación de Centroamérica.
Por esa y otras razones más, sonsacada por la Fundación Heritage, asesora áulica de Reagan, se escuchó desde las orillas del Potomac la implacable consigna: Humillar el orgullo de México como respuesta a la vieja conseja sobre La revancha de Moctezuma, entendida ésta como la urticaria purgante que al Imperio le provoca la memoria azteca de la guerra de despojo contra México en la primera mitad del siglo XIX.
Nixon: La verdadera guerra
Para entonces, ya estaba en circulación el libro de Richard M. Nixon La verdadera guerra/ La tercera guerra mundial ha comenzado (1980). El ex presidente defenestrado pone en el centro de gravedad la cuestión petrolera y avisa de los riesgos para Estados Unidos de que, entre otros países, México y Venezuela caigan en la órbita del eje Moscú-La Habana-Managua.
Para evitar el contagio sandinista en la vecindad geográfica y cultural, el gobierno de Reagan maquina e instrumenta lo que después se conocería como la operación Irán-Contra, cuyo soporte financiero radicaría en el trasiego de drogas por armas, a fin de derrocar al sandismo. Reagan daba a los contrarrevolucionarios el título de combatientes por la libertad.
Fue la oportunidad de legitimación por la Agencia Antinarcóticos (DEA/USA) de los colaboracionistas cárteles de la droga de Colombia. El actual secretario de Estado John Kerry sabe bien de que se trata. Siendo senador, el 11 de noviembre de 1987 tuvo al frente al narcotraficante Roberto Millán Rodríguez. Su testimonio: “Si señor”, respondió éste a pregunta expresa, “dinero procedente del narcotráfico fue usado por los contras”.
La Carta Magna de la barbarie
La CIA entra en acción: En 1984 se proclama “La cruzada cristiana y democrática”, cuyo sumario se condensa en el Manual de Operaciones Sicológicas en la Guerra de Guerrillas, volanteado desde el aire sobre Managua y la zona rural nicaragüense.
Contra el régimen sandinista, la satanización: Extranjerizante, represivo, monigote de los poderes soviético y cubano. El contraveneno: Para el pueblo nicaragüense, democracia verdadera, no como la que impone “el imperialismo ruso”.
Estrategia: Atentados contra estructuras de comunicación, secuestro de agentes de gobierno y su sustitución por paramilitares, montaje de tribunales populares donde “avergonzar, ridiculizar y humillar los símbolos de gobierno”; reclutar sacerdotes, personas prominentes y de prestigio para “apoyar la causa”.
En otro apartado, presentado como Manual del Combatiente por la Libertad: Boicoteo de servicios públicos, acaparar y robar alimentos, diseminar rumores, robar y ocultar documentación oficial clave, contratar criminales para “trabajos selectivos”, crear mártires llevando a la gente a enfrentamientos con las autoridades para provocar motines y disparos que causen muertes…
La CIA en México. Ya está aquí el embajador John Gavin. En septiembre de 1986, es convocado el Foro Nacional para la Efectividad del Sufragio. Instructivo:
Organización electoral “independiente”, tribunales públicos para juzgar a políticos y funcionarios corruptos, incitar a la clase trabajadora a desertar de los partidos políticos, convocar a huelga general, boicotear a anunciantes de los medios de comunicación. Acción internacional: Recurrir a acciones en el exterior. (La careta: no es lo mismo la denuncia internacional “que pedir la intervención extranjera”. Je je je.) En fin.
Hacia 1988, la campaña presencial del PAN, con el empresario Manuel de Jesús Clouthier del Rincón como abanderado, adopta, corregidos y aumentados, los manuales de la CIA. La carta de la barbarie, se le identificó entonces.
El golpe de Estado técnico
Es, ese, el año en que el Frente Democrático Nacional (FDN), con la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, le pone el cascabel al gato y empieza a fracturar la hegemonía electoral del PRI, que no impide, sin embargo, el Golpe de Estado técnico(codificación que le asesta el constitucionalista priista don Antonio Martínez Báez a la usurpación del poder presidencial por Carlos Salinas de Gortari.)
Es llegada la hora de girar el volante hacia la derecha neoliberal. Cangrejos al compas/ marchemos hacia atrás. Lo hace el usurpador: Contrarreformas a pasto de la Constitución del Estado nacional y popular: Van en prenda la banca y el petróleo, el sindicato y el ejido. Se tranquilizan la Casa Blanca y la CIA. Se agazapan. Imperará El espíritu de Houston.
“Administración” del negocio de la droga
La CIA, se agazapa. La DEA, no. Es que, después del exitoso ensayo colombiano, toca a la DEA participar en México -de acuerdo con los principios neoliberales de cartelización-, en la administración del negocio de la droga.
A los amigos, justicia y gracia. A los enemigos, justicia a secas. Se recompone la distribución territorial. A los enemigos, bote; a los amigos, entre los que se encuentra el nuevo corporativismo banquero-empresarial, manga ancha para abrir la rosa de los vientos a la droga.
Miguel de la Madrid despidió su sexenio con el monstruoso crack de la Bolsa Mexicana de Valores. Salinas de Gortari despidió el suyo con el maquinado error de diciembre de 1994. Surge el benefactor Bill Clinton, que impide la caída de la presidencia suplente de Ernesto Zedillo Ponce de León, quien introduce a México el exterminador modelo kaibil guatemalteco, inspirador de Los zetasy de la institución del sicariato.
Gobierno por empresarios y para empresarios
Zedillo entrega el poder presidencial al panista Vicente Fox, quien se deja de medias tintas: Este gobierno es de empresarios, por empresarios y para empresarios. Bienvenida la corrupción; ya no hay más condena a las tepocatas ni a las víboras prietas tricolores.
Algunas entran por la puerta grande al gabinete.
En el interregno presidencial, sin embargo, aparece el libro La guerra que viene, del ex jefe de la Defensa de Reagan, Caspar Weinberger, con su capitulo Operación Azteca, diseño para una enésima ocupación armada de México por los Estados Unidos.
Es que -pretende justificar Weinberger-, los cárteles de la droga han desestabilizado el país, llegando a la osadía del derrocamiento del Presidente y esto está provocando la estampida de la plebe que, al invadir la Unión Americana, ponen en riesgo la Seguridad Nacional del imperio.
Con esa coartada dizque literaria, en el tránsito del gobierno de Fox al de Felipe Calderón, George W. Bush hijo asesta a México la Iniciativa Mérida, entre cuyas directivas está la del combate al crimen organizado. Calderón la acata, pero a lo bestia. El remedio salió peor que la enfermedad.
Herencia neoliberal: El ébola financiero
En el recorrido de Salinas de Gortari a Calderón, el modelo neoliberal ha acumulado más de 80 millones de pobres y miserables. En el proceso de descomposición del Estado mexicano han sucumbido 400 mil niños. Ocho millones de jóvenes están bajo el estigma de ninis (ni estudian ni trabajan.)
El despojo, la persecución y expulsión de indígenas y campesinos de sus territorios naturales, los han empujado a las áreas metropolitanas donde medra la economía negra (informal se le llama amablemente) que abarca trata de personas, tráfico de drogas y armas, y prostitución. Macrocefalia, se diagnosticaba en los años 70. Hoy el Valle de México está ocupado por 23 millones de personas.
México devino paciente (víctima) de lo que hace unas semanas un alto ejecutivo del Fondo Monetario Internacional diagnosticó como Ébola financiero.
Petróleo, el oscuro objeto del deseo
Por fin hemos llegado al siniestro confín del racavado (Renato Leduc dixit). Macrocefalia, se diagnosticaba en la década de los setenta. Hoy, el Valle de México está ocupado por 23 millones de personas. Su tronco, la sede de los Poderes de la Unión, encaja en codificación de Megaciudad.
Desde que López Portillo y el director general de Pemex Jorge Díaz Serrano pusieron en marquesinas las estadísticas de las reservas probadas y probables de hidrocarburos, la Comisión de Energía de los Estados Unidos empezó a utilizar recursos satelitales para detectar el potencial petrolero mexicano, especialmente en la región sur-sureste. La información fue concentrada en la CIA “para lo que pudiera ofrecerse”.
En 1992-1993, en que Salinas de Gortari empezó a negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el usurpador introdujo secretamente la cláusula petrolera como parte de la apertura comercial, según consta en registros de El Capitolio en Washington.
Secretamente, también, en garantía de pago del rescate financiero organizado por Bill Clinton y su secretario del Tesoro, Robert Rubin, Zedillo Ponce de León hipotecó la factura petrolera. Fue más allá: En la revisión del tratado de límites fronterizos aceptó que la zona del Hoyo o los Hoyos de la Dona del Golfo de México, codiciada por su potencial petrolero, se fragmentara dejándole a los Estados Unidos la parte del león. A México le quedaron las cavernas quebradizas.
Vicente Fox se embarcó gustoso como grumete en la nave de George W. Bush hijo de la Alianza Energética de América del Norte, confirmando la cesión de la soberanía energética de México.
Hacia 2008, cuando Felipe Calderón empezó a procesar su contrarreforma energética, se hizo del dominio público que brigadas militares-“académicas”, auspiciadas por universidades norteamericanas subsidiadas por la CIA y El Pentágono, con la coartada de localizar y prevenir focos de conflicto político-social mapeaban territorio estratégico del país.
Los drones empiezan a volar en cielos mexicanos
Los drones estadunidenses se empezaron a ver volando en cielos mexicanos como aves domésticas. “Sólo para misiones especiales”, quiso puntualizar el gobierno de Calderón.
Ya, activos de las Fuerzas Armadas mexicanas participaban en prácticas navales del Comando Sur de El Pentágono en el Atlántico y el Caribe. Hacia finales del segundo sexenio presidencial panista, México sería inscrito tácitamente en la jurisdicción del Comando Norte.
A principios de 2012, en la Paz, Baja California, el Departamento de Estado le arrancó a Calderón la firma del convenio de Exploración y Explotación de Yacimientos Petroleros Transfronterizos. Culminaba la operación anti México iniciada por Salinas de Gortari y continuada por Zedillo y Fox.
Es absolutamente probable que este año México se convierta en importador de crudo desde los Estados Unidos, cuando ya es principal comprador de derivados; empezando por la gasolina. Dejad llegar a nuestras universidades a esos jóvenes mexicanos ambiciosos, formarlos en nuestros valores y, al apoderarse de la Presidencia de México, sin gastar un solo dólar o hacer un disparo, ellos harán lo que nosotros queremos y lo harán mejor que nosotros, llegó a prescribir hace casi un siglo un secretario de Estado (USA). Brujo.
La subordinación de las Fuerzas Armadas mexicanas
Hasta el mandato de López Portillo, el Estado mexicano se resistió a integrar a sus Fuerzas Armadas a programas y planes del Departamento de la Defensa (USA). Si acaso, aceptaba convenios de compra de armamento para el equipamiento del Ejército y la Armada.
Con Zedillo Ponce de León, en cambio, a más de aumentar el número de elementos mexicanos en centros de adiestramiento militar en bases norteamericanas, se ordenó al secretario de la Defensa participar en reuniones regulares de ministros de Defensa de América Latina, convocadas por El Pentágono para concertar “la defensa hemisférica”.
Fox encajó a México a la Alianza para la Prosperidad y la Seguridad de América del Norte, promovida por Estados Unidos y Canadá, y placenta de la Iniciativa Mérida, hermana ésta del Plan Colombia. Calderón ratificó la sumisión a esa estrategia.
Antes de terminar el sexenio de Calderón, agentes de la CIA, de la DEA, del FBI, del Departamento de Aduanas y elementos de Inteligencia de El Pentágono -recuérdese la emboscada en Morelos contra marines norteamericanos por gentes del secretario de Seguridad Genaro García Luna-, se vieron transitar en México como Pedro por su casa.
La sangrienta guerra narca estaba en su apogeo. Teníamos a la orden del día operaciones como la Rápido y furioso, de trasiego supuestamente clandestino -pero operado por agencias gubernamentales- de armamento desde territorio norteamericano hacia México.
Se reconoce a la narcoinsurgencia
En ese contexto, a semanas de entregar Hillary Clinton el despacho del Departamento de Estado, desde esta dependencia se tipificó la violencia en México como operación de narcoinsurgencia. El propio general secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván reconoció que el Estado mexicano había perdido el control de ciertos enclaves territoriales en manos del crimen organizado.
Ese fue el estado de cosas que recibió Enrique Peña Nieto. Como mero referente, el nuevo mandatario acometió su compromiso de un México en paz en Michoacán, precisamente el punto en el que Calderón emprendió su loca aventura guerrerista en 2006.
La crisis se extendió en 2014 a Guerrero y luego vino “el escudo” de seguridad para las entidades de El Bajío y el Distrito Federal, a fin de prevenir el efecto cucaracha. En diciembre pasado, el Departamento de Estado alertó ya sobre riesgos en 19 estados de la República.
Antes de llegar al tema de las potenciales crisis urbanas en las megaciudades, una acotación: Especialmente nuestro colaborador, Rodolfo Sánchez Mena, ha establecido la hipótesis de que, en la formación y operaciones armadas de las autodefensas michoacanas, aparece la mano negra de los Estados Unidos, habida cuenta que algunos mandos de esos cuerpos tendrían doble nacionalidad e incluso algunos habrían servido al ejército estadunidense.
Ciudad de México, conejillo de Indias
Ahora, al grano: Prepararse para una intervención cuando el ejército de los Estados Unidos “sea llamado” a actuar,por gobiernos nacionales enfrentados a crisis en sus megaciudades, es la incitación que se hace en el manual de operación del documento que da pie a esta entrega.
Aunque el incitante estudio geoestratégico nombra ciudades de Asia y Medio Oriente, para circunscribirnos a América citamos Nueva York (USA), Ciudad de México, Sao Paolo y Rio de Janeiro (Brasil), ciudades de más de 10 millones de habitantes.
Insistimos en un señalamiento arriba apuntado: A medida que la desigualdad entre ricos y pobres aumente… la polarización económica coexistirá con desarrollos sin precedente y los barrios pobres y chabolas se irán expandiendo junto con los modernos rascacielos. Este es el futuro urbano.Así se advierte el caldo de cultivo de las crisis en las grandes metrópolis, según el análisis de los estrategas que elaboraron el estudio.
Crisis, señalamos por nuestra parte, no simplemente potenciales, sino activas. Sus signos aparecen ahora mismo en Nueva York. En Brasil, se manifestaron durante el pasado Mundial de Fútbol, y se mantienen latentes hacia la próxima celebración de los Juegos Olímpicos en el mismo país. No hay moraleja. Simplemente, mirarse en esos espejos.
A partir de la referencia específica, rastreamos otras fuentes del Departamento de la Defensa (USA) y del Departamento de Estado. Desde 2000, en que el Agencia de Seguridad Nacional y bajo la coordinación de la CIA preparó un mapamundi sobre la conflictividad activa y potencial en todos los continentes para conocimiento de la Casa Blanca, se hallan cientos de manuales de operación militar en el extranjero; algunos, los más prolijos, hasta de 500 páginas, que incluyen una abundante cartografía y gráficas estadísticas.
El leitmotiv del estudio que comentamos, es la preocupación de sus autores sobre las limitaciones presupuestarias y la inexperiencia de las Fuerzas Armadas estadunidenses para actuar en una guerra urbana en ciudades, como lo advertimos ya, de gran densidad demográfica y disparidades socioeconómicas.
Con el modelo de las tropas nazis
La investigación de Van Auken -a la que también nos referimos antes sobre los ensayos en Gaza y Ucrania-, critica la pasividad de los gobiernos europeos, “incluso cuando los medios los han obligado a admitir que, en la práctica, la totalidad de la ofensiva terrestre en esas guerras de represión ha sido dirigida por milicias neo batallón Azov que, según el Sunday Times de Londres, tiene el símbolo del lobo que fue utilizado por las tropas de asalto nazis y que ahora está prohibido en Alemania”.
El autor denuncia la mascarada de la lucha contra el terrorismo y, al revisar documentos como el que da pie a estas notas, subraya que el objetivo es preparar al ejército norteamericano “para suprimir rebeliones populares, incluso en los propios Estados Unidos, y ha sido también el de acometer una serie de ejercicios provocativos de entrenamiento de guerra urbana”.
A principios de 2014, recuerda, se inauguró un centro de entrenamiento de guerra asimétrica para el ejército estadunidense, en el escenario de un pueblo simulado, lleno de edificios y oficinas, una iglesia, un estadio de deportes, una parada de Metro y una estación de tren. El ejército dijo que ese escenario se diseñó reproduciendo el complicado ambiente operativo y para desarrollar soluciones.
México: Poner las barbas a remojar
“Las matanzas en Gaza y Ucrania”, previene Van Auken, “representan una advertencia a las clases populares de los EE.UU y del mundo. La misma oligarquía financiera y multinacional que apoya estas guerras, está dispuesta a emplear la violencia letal para defender su sistema frente a cambios revolucionarios de la clase trabajadora. Está claro que las élites dirigentes y sus brazos militares se están preparando para esta eventualidad…”.
Conclusión: Sería suicida pensar que el tema aquí tratado se reduce a especulaciones y a simulaciones digitales. Ante esa ominosa y monstruosa realidad, como lo aconseja la sabiduría popular: ¡Hay que poner las barbas a remojar! ¡México está en la mira!
- Son realmente reveladoras las imágenes oficiales del encuentro en la Casa Blanca: Obama tiene una expresión no sólo hierática, enfadada, líquida, sino francamente despectiva ante su interlocutor Peña Nieto. “Dialogaron” al través de traductoras.
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