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“En México, el poder más
fuerte que el Presidente
es la realidad”: MMH
Aquella entrevista que Marta Anaya, entonces titular de la jefatura de Información del diario Excélsior -cuando aún era propiedad de la cooperativa de trabajadores y uno de los 10 mejores diarios del mundo, por su vida independiente-, le hizo al ex presidente Miguel de la Madrid es memorable, porque en esa ocasión, el ex mandatario pronunció con tres palabras, algo de lo más sabio que se ha dicho en nuestra sufrida nación.
Martha Anaya le preguntó a Miguel de la Madrid:
-¿Hay en México un poder más grande que el del Presidente?
Y MMH, con aplomo le respondió:
-“Sí, la realidad”.
Con tan magistral respuesta, el ex presidente pronunció una gran lección y por tanto, algo digno de ser tomado en cuenta no únicamente por los gobernantes, sino también por los ciudadanos mexicanos, como parámetro para analizar el pasado y el presente de México y estructurar el futuro con el mayor acierto posible.
Tal parece que en México, nos estamos acostumbrando a ser gobernados a base de spots televisivos que cuestan una millonada al pueblo empobrecido. La verdad de lo que acontece en nuestro país, ya no la conocemos, casi, a través de versiones oficiales que implican el gasto de millonadas para alterar los hechos y darle al pueblo, ya no sólo “atole con el dedo”, sino también para engañarlo, mientras una minoría saquea al país para enriquecerse y la clase trabajadora empobrece al ritmo de la creciente inflación y de los salaros con insignificante poder adquisitivo.
Así, se pretende ocultar la triste realidad de lo que sucede en la Patria mexicana, lo que incluye costosos viajes al extranjero para tratar de cambiar la pobreza progresiva de la mayoría del mexicano y la violación de derechos humanos que insistentemente denuncian las ONGS en suelo mexicano y en el exterior.
Realidad inocultable
Con la inevitable ironía que aflora espontáneamente cuando se trata del tema de “la guerra” del presidente Calderón contra el narco, entre el pueblo se comenta que “el único sitio donde dicha “guerra” está triunfando”, es en la televisión, a través de spots que ahora se ven complementados con “teleculebrones” como si se tratara de aquellos episodios de Flash Gordon en Marte” o Las Calaveras del Terror, con los que entretuvieron a nuestros abuelos. El auténtico periodismo; es decir, la tarea que tiene como misión suprema servir a la sociedad a través de la información, ha sido desplazada y la opinión pública se ve asediada por las “imágenes” que de los funcionarios y sus tareas gubernativas se realizan desde lo más alto, hasta lo más bajo de a escala burocrático-administrativa federal y local.
Sólo en los canales de televisión “gana la guerra” contra el narco, porque la realidad es que, en todo el país, de acuerdo a cifras que tienen como origen el INEGI, la secretaría de Salud Federal, las delegaciones políticas, presidencias municipales, etcétera, dan testimonio de que el consumo de drogas en territorio mexicano se ha agravado.
Desde luego, la muerte de más de 40 mil mexicanos en dicha “guerra”, habla de que los disparos no son shots de tequila, sino parque cuya procedencia se ubica mayoritariamente en los Estados Unidos, donde le interesa que México sea escenario de una lucha fratricida que no está diseñada para la victoria, sino únicamente par la discordia.
La mentira repetida
Goebels, el ministro de la Propaganda del fühuerer Adolfo Hitler, se impuso como sistema para difundir la imagen, el repetir mentiras, públicamente, “hasta convertirlas en verdad” cuando el público ya las
aceptaba con dicho carácter.
En México, la dictadura neoliberal, tecnócrata y globalizadora que es tanto o más materialistas que nazifascismo, se ha dado a la tarea de “gobernar” con la difusión de mentiras, hasta que el público las acepte como verdad, aunque en ello se gasten muchos millones del pueblo, para cambiar la realidad ante el estado de ánimo de una población que es engañada todos los días.
En estas condiciones, los canales de televisión han dejado propiamente dicho, de tener noticieros para informar al público. Ahora, esos”noticieros” son gacetillas en las que se difunde audiovisualmente, todo lo que sea necesario para “dar la mejor imagen del gobernante”, aunque con ello se falte a la verdad.
Ejemplo de la alteración de la realidad es la reiterada versión optimista de que el turismo extranjero en México no se ha visto afectado por los shots de tequila. Sin embargo, datos recientes de la operadora turística Julia Tours, se desprende que “cayeron 20 por ciento los ingresos por turismo y salió más dinero por viajes al exterior”, de cuerdo a lo declarado a La Jornada (23 de mayo, página 34.)
Peligroso decir mentiras
Ante las versiones oficiales y alegres que no corresponden a la realidad el país, los mismos organismos de la iniciativa privada ya empezaron a manifestar su inconformidad, al estimar que “es peligroso hacer creer que todo marcha bien cuando no es cierto”. Según declaración del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado ( CEESP), difundidas el lunes 23 de mayo, “la desaceleración en la actividad productiva del país durante los primeros meses de 2011 pone en riesgo las expectativas de crecimiento para lo que resta del año”.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de la transformación (CANACINTRA), aseguró públicamente en la misma ocasión que debemos estar vigilantes ante la creciente deuda de los Estados Unidos igual que con un “sobrecalentamiento” que alteraría necesariamente el ritmo económico en el vecino país del norte y consecuentemente, al de México.
Hemos caído, lamentablemente en la triste condición de “satélite” de la economía de los EU y, consecuentemente, en el de la política internacional y nacional de nuestro país. Aunque se diga todo lo contrario en los medios oficiales, algo que no está encerrado en los límites de lo opinable, sino en las dimensiones de la realidad, es que, al destruir nuestros planta productiva nacional en la industria, el campo y los servicios, estamos imposibilitados de tener una vida económica y política propia. La imposición del Plan Mérida es un ejemplo, porque supedita al país, a través de gobernantes neoliberales, a una “guerra” que no es nuestra, sino del vecino país del norte.
La ineludible realidad
Miguel de la Madrid Hurtado, ex presidente de México, dijo una gran verdad al responder que sí existe en México un poder más grande, más fuerte que el del presidente en funciones
Gobernar de espaldas a la realidad no es conveniente. El problema es que los mexicanos ya tenemos tanto tiempo de ser engañados por los que nos “gobierna”, a partir de 1970, cuando empezó el desmantelamiento del país, que a estas alturas muchos compatriotas ya están fatigados mientras unos se manifiestan indiferentes ante la mendacidad burocática, otros parecen aceptarla.
No hay que dejarse vencer por la mentira. Amemos la verdad con apasionada entrega. Rechacemos el engaño por mucho agradable que aparezca en los canales electrónicos. La verdad es más fuerte que el más poderoso de los personajes que haya en México. Amar y defender la verdad es la mejor forma de actuar para que la realidad no nos salga al paso en el momento menos esperado.
Desde luego, los mentirosos deben estar ciertos de que a la realidad no la vencerán.
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